Al parecer, el individuo, armado con un arma de fuego, se introdujo en la estación de servicio pasadas las 16.00 horas.
En ese momento requirió a la única dependienta que atendía la gasolinera que le facilitara el acceso a la caja fuerte. Sin embargo, al no disponer de acceso la empleada a esta caja de caudales, el atracador tuvo que contentarse con darse a la fuga con el dinero que en ese momento se guardaba en la caja registradora.
Todo ello tras amenazar supuestamente a la empleada con la pistola en el rostro para intentar lograr su objetivo.
Una situación de alta tensión que provocó que, cuando el ladrón hubo huido, la dependienta cayera presa de un ataque de ansiedad ante la experiencia que acababa de padecer.
Afortunadamente no se registraron heridos, si bien la empleada quedó hondamente afectada como se ha señalado.
Tras el robo, se dio parte a los servicios de seguridad alrededor de las 16.28 horas, desplazándose hasta la zona efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil, que acordonaron inmediatamente los aledaños de la estación de servicio.
Segundo atraco
Este es el segundo atraco de similares características que padece esta gasolinera en un espacio inferior a un mes. En la anterior ocasión, el ladrón también optó por escoger un horario, las 21.00 horas, en el que la actividad en el establecimiento fuera baja, evitando así la hora punta.
Por ello, todo hace sospechar que la elección de la hora del delito no es fortuita, como tampoco lo es la elección de la gasolinera. Este establecimiento mantiene turnos con sólo un trabajador y se encuentra dentro del perfil de establecimientos atracables al ubicarse a las afueras de la ciudad, disponiendo así de menor presencia de ciudadanos y de efectivos de seguridad.
