Han existido siempre, fueron lugar de reunión de nuestros padres, de nuestros abuelos, pero de un tiempo a esta parte los tabancos en Jerez viven un boom que va a más cada día en el que tienen cabida distintas generaciones. Los últimos que se han declarado fans incondicionales de la cultura de estas tabernas en las que no falta el vino jerezano, las tapas típicas y los papelones de chacinas y queso han sido los más jóvenes, quizás atraídos también por los precios económicos y por la oferta de ocio complementaria que puede encontrarse en estos establecimientos.
Pues bien, desde este sábado los jerezanos y los visitantes, otros apasionados de estos locales, tienen uno nuevo al que acudir en pleno corazón de San Miguel. Se trata del Tabanco Cruz Vieja, en la calle Barja, desde ahora una alternativa más y que además nace como un espacio cultural abierto. Esto explica que para darle contenido se haya rodeado de hasta seis entidades colaboradoras: la librería Flamenco, de Tombuctú y la editorial Origami -con los miércoles literarios-. Joyanca Producciones con los sábados flamencos, el Ateneo Cultural Andaluz -con los martes de conferencias- y los viernes el ciclo Todos los Sones-, Andamagia, con los jueves de magia, y Eventos Andaluces con monólogos la noche de los sábados. Una apuesta cultural potente que a buen seguro no pasará desapercibida entre los ciudadanos.
El resurgir de estos bares típicos jerezanos donde no falta buen vino de Jerez y flamenco ha sido tal que ya hay una ruta de los tabancos, denominada Tabancora, que aglutina a los establecimientos más emblemáticos del casco antiguo de la ciudad para potenciar esta cultura como son El Pasaje, que abrió sus puertas en 1926, San Pablo, Platero o El Guitarrón. Fuera de esta ruta como tal pero también en la zona centro están los tabancos de El Telescopio, La Pandilla o el recién estrenado Cruz Vieja que ya están pensando en ir de la mano con otros locales ante la imposibilidad de sumarse a Tabancora, según les han comunicado desde esta asociación
