El diputado nacional del Partido Popular, José Ignacio Landaluce, pidió ayer un posicionamiento claro y rotundo del ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, tras la confirmación por parte del Ministerio de Defensa británico “de la expulsión de una patrullera de la Guardia Civil de las aguas españolas que rodean Gibraltar”.

“De hecho, las noticias dadas hoy a conocer a través de los medios de comunicación han confirmado que, desde luego no se trató de un encuentro fortuito, sino que, además de la presencia del buque de la Armada británica, el Gobierno gibraltareño también desplazó hasta la zona en la que se produjo el incidente una patrullera de la Policía de Gibraltar”, señaló el PP, que prosigue declarando que “con hechos como estos confirmados, todo apunta a que Gibraltar está poniendo en marcha una campaña contra los intereses de España y su legítima jurisdicción sobre las aguas que rodean el Peñón, una campaña que cuenta con el beneplácito del Gobierno de Gordon Brown, habida cuenta de la directa implicación en estos hechos de la Armada británica”, unos hechos que Landaluce calificó como “muy graves”.

Para los populares el Gobierno español, a través de su máximo representante en materia de Asuntos Exteriores, “debería mostrar su más contundente rechazo ante la actitud amenazante y fuera de toda lógica adoptada por el Reino Unido hacia cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado español como es la Guardia Civil, y máxime aún cuando la Benemérita se encontraba llevando a cabo una persecución en el cumplimiento de sus obligaciones del que deberían aprender la Armada británica y la Policía de Gibraltar”.

También se asegura desde el PP que Moratinos “debería dar a conocer las explicaciones que se le han dado desde el Foreign Office, ya que desde el Partido Popular entendemos que el primer paso adoptado por el Gobierno español ha tenido que ser la comunicación directa con responsables de esta área en el Reino Unido para conocer su versión de los hechos”. 

La explicación dada por las autoridades británicas no ha satisfecho en absoluto al PP, explicaba ayer Landaluce, “ya que el principio de veracidad y el buen hacer y lealtad que caracteriza a la Guardia Civil no nos deja dudas de que la actuación de las embarcaciones británicas no fue tan suave como nos pretenden hacer creer”. Fuentes del Ministerio de Defensa (MoD) británico en Gibraltar informaron el lunes pasado a este diario que “en ningún momento se produjeron amenazas” por parte de los agentes británicos contra los españoles, añadiendo que “tampoco se hizo uso del armamento de la patrullera del escuadrón como medida disuasoria para que la Guardia Civil abandonara las aguas gibraltareñas”. La acción emprendida por los agentes británicos del escuadrón fue la “correcta”, según el MoD, dadas sus responsabilidades.

Una cosa queda clara, concluía Landaluce, “y es que Gibraltar con el ya más que constatado apoyo del Gobierno británico, ha retomado la lucha por la soberanía de las aguas que rodean el Peñón y con métodos tan fuera de lugar como los utilizados”.

Para los populares el Estado español debería reflexionar sobre su postura en el seno del Foro de Diálogo tripartito con Reino Unido y Gibraltar.

Ejecutivo del Peñón
El Gobierno de Gibraltar informaba ayer que no cuenta con información procedente del Ministerio de Defensa con relación al incidente acaecido en la jornada del viernes 10 de abril, en el que una patrullera del Gibraltar Squadron se dirigió a una embarcación de la Guardia Civil para que abandonara las aguas de Gibraltar.

Aunque el Nº6 no tenga información al respecto, sí indicó que “es muy importante que la soberanía de las aguas de Gibraltar sean respetadas cuando se pase a ellas sin la debida autorización”.

Al mismo tiempo el Ejecutivo gibraltareño matiza que tanto las agencias de aplicación de las leyes de Gibraltar, como las de España, colaboran mucho en temas relacionados con el tráfico de drogas, así como en otras operaciones delictivas que se estén llevando a cabo en el mar. Esta colaboración, añade el Gobierno, “es muy positiva”.

También subraya que de vez en cuando “esta clase de colaboración  resulta en la entrada a nuestras aguas de agentes de las autoridades españolas y viceversa”.