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El centro histórico se cae a pedazos

El último derrumbe parcial en un inmueble de la calle Cabezas que mantiene cerrado este vial desde el jueves ha colmado la paciencia de los vecinos de este entorno, que han estallado contra la “pasividad” del Ayuntamiento

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  • La calle cortada

Con el cierre de la calle Cabezas tras los últimos desprendimientos de una finca privada abandonada a finales de semana, ya son tresde los ocho viales que conectan con la Plaza del Mercado de barrio San Mateo que están clausurados. Pese a tratarse de una de las arterias principales, al igual que Cabezas,  San Blas lleva ya siete años y desde hace 15 días también lo está una parte de la calle Liebre desde la altura de Moral. Un panorama desalentador que está dando la razón a los residentes de la zona que han impulsado la asociación de vecinos del Centro Histórico. Llevan tiempo advirtiendo que esto no puede seguir así, y los últimos acontecimientos sumados a la “pasividad” del Ayuntamiento han alimentado más que nunca su enfado.  De un lado, como se queja el presidente del colectivo vecinal, Alejandro González, desde el Consistorio ni si quiera “se han dignado” a recoger los cascotes que se desprendieron de la calle Liebre y en esta misma tónica, aseguran, apuran a que ocurran incidentes como los de estos días -que afortunadamente se han saldado sin daños personale-s para actuar y dictar la correspondiente orden de ejecución al propietario de turno.  Siempre a posteriori, ese es el problema. Mientras tanto, como alerta, Urbanismo tiene sobre la mesa numerosas propiedades privadas en estado ruinoso que  aguardan tiempos mejores para poder dar el pelotazo y a los que no les importa que sus fachadas se caigan a trozos. Lo más grave es que junto a ellas transitan familias y niños cada día que van al colegio de Las Salesianas, por ejemplo. “Qué más quieren que pase?”, se pregunta González, quien tiene claro que a estas alturas después de poco más de un año la Mesa del Centro Histórico “hoy por hoy está muerta y enterrada”. Con el último de la calle Cabezas ya son cinco los derrumbes que se han producido en el centro histórico en lo que va de año. Hace quince días le tocó el turno a parte del inmueble que en su día fue El Embrujo, y anteriormente a éste se dieron otros dos en el casco de bodega en Rincón Malillo y en  un muro trasero del convento de Santa Rita, en calle Canto. Uno de los más aparatosos y que precedió a todos poniendo la voz de alarma fue el del Tabanco del Duque, donde el Consistorio sigue sin culminar las actuaciones de emergencia que realizó entonces. Desprendimientos también en la calle Justicia, okupas en fincas abandonadas de la calle Juana de Dios Lacoste, vaticinio de más derrumbes en la calle Flores...Moverse por San Mateo y sus inmediaciones es cada vez más un laberinto donde lo de menos es perderse y lo de más salir airoso de la caída de un trozo de piedra. Los vecinos se han cansado y  las relaciones con el Ayuntamiento están “más tensas que nunca”.
Quieren hechos, que el Gobierno local actúe de urgencia contra los propietarios de estas fincas abandonadas y no espere literalmente a que las fachadas se vengan abajo.  El corte del tráfico peatonal y de vehículos de la calle Cabezas del jueves ha sido la gota que ha colmado el vaso y tampoco se sabe cuándo reabrirá.  El propio delegado de Urbanismo, Agustín Muñoz,  explicó que tras adoptar como primera medida el cierre de la calle, se seguirá trabajando “para que las condiciones del muro se recuperen y se elimine el peligro al objeto de poder reabrir  la calle en el menor plazo de tiempo posible”. Desde Movilidad, se ha establecido un plan de tráfico alternativo, consistente en que lo vehículos procedentes de la plaza Belén en sentido a calle Cabeza-Plaza del Mercado, serán desviados por calle Benavente Alto (que cambia de sentido de circulación de manera provisional) en dirección a San Ildefonso, San Blas y plaza del Mercado.Los residentes de plaza San Lucas y adyacentes podrán realizar su entrada y salida por plaza de Belén hacia calle Benavente alto. Para los vecinos su integridad es prioritaria, pero si además a estas circunstancias se le añade que las obras del plan de actuación 2014-2015 previstas para este entorno  (reordenación de la Plaza Belén, rehabilitación del tabanco del Duque, consolidación del Palacio Riquelme, entre otras,)no van a empezar este mes tal y como se había comprometido el Gobierno local, su falta de confianza con este último es más que comprensible.

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