Los más de 16 litros por metro cuadrado que cayeron ayer a primera hora anegaron otra vez el centro de Jerez, especialmente las calles Porvera, Ancha y Larga, las más sensibles a las trombas de agua, dejando de nuevo las imágenes que ya circularon por las redes el pasado mes de octubre, cuando varios negocios tuvieron que cerrar sus puertas por culpa del mal tiempo. A esto hay que sumar las rachas de viento registradas de hasta 65 kilómetros por hora entre las seis y a las nueve de la mañana, que tampoco lo pusieron fácil.


Afortunadamente, la cosa no pasó a mayores, y a medida que avanzó la mañana el temporal fue amainando, complicándose de nuevo la tarde a última hora.


Debido a las intensas lluvias, los bomberos del Parque de Jerez tuvieron que realizar más de una decena de salidas en calle La Paquera de Jerez, en pleno recinto ferial, en Nuestra Señora del Amor y Sacrificio, barriada La Liberación, avenida alcalde Álvaro Domecq y achiques en locales de avenida de la Granja y calle Alcubilla.


La peor parte ayer se la llevaron los vecinos de la barriada rural de Las Tablas, donde el agua entró en varias viviendas. Hasta allí se trasladó la alcaldesa para visitar a las familias afectadas.