El tráfico agroalimentario creció en el puerto de Málaga durante el pasado año un 26,2 por ciento, lo que le ha situado como uno de los “referentes” en el sistema español, una posición que quiere afianzar con un mayor movimiento de mercancías desde Marruecos y la exportación de aceite a EEUU o cítricos a Canadá.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga, Carlos Rubio, y el director del organismo público, José Moyano, han informado este miércoles del balance del pasado ejercicio, que cerró con un resultado de 586.460 euros y unos ingresos de explotación de 18,8 millones, frente a los 664.770 y 17,5 millones de 2021.
Por segundo año consecutivo desde el inicio de la pandemia, el puerto malagueño cerró con resultados económicos positivos, y todo ello pese a que el tráfico total de mercancías se redujo un 1,7 por ciento, hasta las 4.412.318 toneladas.
Por volumen, el tráfico más importante del puerto es el de contenedores, con 2.396.554 toneladas (+6,4 por ciento), aunque no es la principal vía de ingresos porque la mayoría son en tránsito; seguido de los graneles sólidos, con 1.376.689 (-9,3 por ciento) y los graneles líquidos, con 112.638 toneladas (-52,5 por ciento).
Dentro del tráfico de contenedores, ha tenido una especial importancia la mercancía refrigerada (+92,2 por ciento), en la que Málaga cuenta con un servicio directo semanal de Perú, Ecuador, Colombia y Costa Rica.
Más de la mitad de los graneles sólidos (59 por ciento) corresponden al tráfico agroalimentario, que creció un 26,2 por ciento el pasado año hasta alcanzar las 817.638 toneladas.
Dentro de los graneles líquidos, el movimiento de aceites disminuyó un 47,5 por ciento en relación a 2021, aunque Rubio confía en revertir esta tendencia, dado que Málaga ofrece unas “condiciones idóneas” para exportar a Estados Unidos la producción de la provincia, además de Córdoba y Sevilla.
Al mismo tiempo, se trabaja para recuperar el servicio a Canadá que suprimió Hapag Lloyd en marzo de 2020, fundamentalmente de cítricos del Valle del Guadalhorce.
En cuanto al tráfico de cruceros, durante 2022 alcanzó 342.045 pasajeros y 267 escalas, cifras muy superiores a 2021 (118.330 y 113, respectivamente), aunque aún a gran distancia de los datos prepandemia, cuando los cruceristas rondaban los 500.000.
La conexión de la línea regular Málaga-Melilla experimento un crecimiento espectacular del 126,1 por ciento, habiendo movido 348.485 pasajeros frente a los 187.016 del año anterior.
Lo mismo ocurrió con el movimiento de vehículos en régimen de pasaje que, con un total de 66.914 unidades en 2022 frente a las 31.729 de 2021, se incrementó un 110,8 por ciento.
Valoración
Con respecto al presente y al futuro, según resumió Rubio, para 2023, las perspectivas son “francamente buenas” en el tráfico de cruceros, y en el resto de actividad persiste la incertidumbre internacional, con elementos que invitan a pensar en una recuperación del tráfico como la vuelta a la producción en las fábricas de China.
Del mismo modo, el presidente de la autoridad portuaria malagueña indicó que “ha sido un año globalmente positivo”, ya que explicó que “se ha recuperado con fuerza” el tráfico de pasajeros, y ha añadido que el puerto se vio afectado en 2022 por el contexto internacional, que supuso una caída de precios de los contenedores, producto de un menor consumo y de más competencia entre las navieras.
