Estabilidad laboral, no recurrir las sentencias, descansos sábado y domingos, 15 días de vacaciones de junio a septiembre y una paga de productividad de 867 euros, cantidad que ascendería hasta los 1.119 euros “si cumplimos el compromiso de recuperar la limpieza de la ciudad a las 24 horas del lunes próximo” (aunque se mantiene en 1.200 la extra de septiembre). Es la última contraoferta del comité de empresa de Limasa para desconvocar la huelga que este jueves alcanzará su décimo día.
Tras rechazar el pasado lunes en asamblea el preacuerdo municipal que recogía gran parte de sus reivindicaciones, el comité, acorralado por la presión popular, movió ficha tras una reunión sin publicidad con la parte privada de Limasa. Una propuesta que, inicialmente, rechaza el Ayuntamiento de Málaga, al ser un acuerdo de desconvocatoria y no la base de un convenio colectivo que “crearía el marco de estabilidad y paz laboral que la ciudad de Málaga merece, que los malagueños merecen”, insistió anoche el equipo de Gobierno popular.
Aunque el Consistorio “ve muy difícil aceptar la propuesta”, tiene previsto dar este jueves una respuesta oficial al comité tras estudiar los pros y contras de las últimas exigencias. La huelga está así, de nuevo, en compás de espera.