La diputada por Málaga en el Parlamento de Andalucía María Carmen Prieto ha presentado este pasado sábado su baja voluntaria como afiliada de Ciudadanos, y solicitará este próximo lunes el traslado al grupo de no adscritos de la Cámara andaluza.
"Ciudadanos ha perdido la oportunidad histórica de cambiar algo en esta región", ha criticado, a lo que ha dicho que es "un partido de bandazos" y que "el más grave, para mí, es el ideológicoPrieto ha comparecido este domingo en rueda de prensa en Torremolinos (Málaga) junto a afiliados, ediles y exmilitantes de Cs, donde ha explicado sus razones para su abandono de la formación naranja "viendo la necesidad de darme de baja por la persecución y la marginación a la que me ha sometido el partido".
En su intervención, ha señalado que Ciudadanos "empezó hace tiempo a desviarse de sus orígenes. Un partido que se ha ido derechizando y mimetizándose con el desolador panorama político nacional", ha sostenido, agregando que en Andalucía "trabaja por la supervivencia eterna del régimen socialista, tan nefasto para nuestra tierra asolada por el paro y el subdesarrollo".
"Ciudadanos ha perdido la oportunidad histórica de cambiar algo en esta región", ha criticado, a lo que ha dicho que es "un partido de bandazos" y que "el más grave, para mí, es el ideológico". En este sentido, se ha referido al último Congreso Nacional la formación, donde "no solo es grave que a los socialdemócratas nos han dejado abandonados a nuestra suerte, sino que hay una inconsistencia ideológica profunda", reiterando que los principios de "democracia, transparencia, regeneración y participación fueron tirados al cubo de la basura".
Para Prieto, "el mérito y la capacidad también fueron olvidados en favor de la lisonja y la sumisión al cargo de turno. Se formaron camarillas que atacaban a los diferentes, a los que osaban expresar sus opiniones libremente". "Un partido que no soporta las discrepancias no puede permitir que las voces críticas le fastidien la empresa", ha indicado.
Por todo ello, ha sostenido que su grupo parlamentario le ha impedido "trabajar de forma efectiva, despreciando el dinero público que se despilfarra manteniéndome en esa situación", algo que "no puedo consentir". Además, ha incidido en que la apertura del expediente disciplinario y la suspensión cautelar de militancia "ha sido la gota que ha colmado el vaso", alegando que el texto "es nulo de todo derecho pues no hay un reglamento que sirva de base para el procedimiento, y esto crea indefensión".
Según ha señalado, el texto del expediente "está lleno de mentiras e inexactitudes", a lo que ha añadido que las alegaciones se mandaron este pasado viernes "aun sabiendo que el documento "se va a archivar toda vez que ya no soy afiliada".
"Se acepta una denuncia que Benito Ruiz, el azote de los críticos, manipuló tanto en la fecha, para que no prescribiera, como en el contenido", ha dicho, añadiendo que se le acusa de no ir a las reuniones del grupo parlamentario "sin pruebas, puesto que no hay actas, orden del día ni de asistentes, solo la palabra de Juan Marín", presidente y portavoz de Ciudadanos en Andalucía, "que es tan válida como la mía". Asimismo, ha manifestado que en las alegaciones presentadas "demuestro, con el diario de sesiones que he intervenido en muchas comisiones".
Por último, Prieto ha insistido en que no va a entregar su acta como parlamentaria autonómica "porque quiero cumplir con mi obligación los dos años que me quedan".
SUSPENSIÓN MILITANCIA CAUTELAR
Ciudadanos suspendió de militancia de manera cautelar este pasado miércoles a Prieto "por no cumplir los valores y principios éticos de la formación" debido a las "continuadas ausencias en reuniones y comisiones parlamentarias de la diputada".
La parlamentaria, integrante de la corriente crítica de Cs, alertó en febrero de "prácticas sectarias" en la dirección de su grupo parlamentario al "apartarla" de las portavocías de las comisiones de Empleo y de Igualdad y Políticas Sociales por discrepancias en decisiones del partido.
Previamente, un afiliado de Ciudadanos en Málaga presentó una denuncia en la que exponía que la diputada podría haber recopilado datos de militantes y voluntarios del partido sin su consentimiento, lo que podría suponer una vulneración de la Ley de Protección de Datos. Prieto negó poseer esas bases de datos, y sostuvo que los hechos denunciados se refieren a unas comentarios que hizo en un grupo de WhatsApp en la preparación de la campaña de las autonómicas de 2015.
