El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, reconoció este lunes que no puede “garantizar” que Hungría vaya a levantar su veto a la propuesta de la Comisión Europea (CE) de sancionar el petróleo de Rusia por haber invadido Ucrania, a causa de su dependencia de esas importaciones.
“Tenemos que convencer a veintisiete. Entre ellos algunos tienen más problemas que otros. Es una situación objetiva que algunos Estados miembros afrontan más dificultades”, indicó Borrell ante la prensa a su llegada a un Consejo de ministros de Exteriores de la UE en el que se abordará la situación en Ucrania.
El político español se refirió a que esos países “son mas dependientes porque no tienen salida al mar, no tienen la posibilidad de recibir los barcos petroleros, solo tienen petróleo por oleoductos y desde Rusia”.
Así, afirmó que harán “lo posible para desbloquear la situación” aunque “no puedo garantizar -dijo- que vaya a pasar, porque las posiciones son bastante fuertes”.
“Pero si podemos entender las situación particular de algunos Estados miembros y hacemos un esfuerzo para presentar un frente común contra Rusia, tendremos éxito”, concluyó, y declaró que tratará de encontrar una solución “como siempre, hablando, tratando de entender las razones de cada uno”.
“Mi papel no es culpar a nadie, sino lograr consenso”, apuntó.
Borrell tratará de que los ministros den hoy un impulso político a la propuesta de la CE del pasado 4 de mayo de un sexto paquete de sanciones contra Moscú, que incluye la prohibición de importar petróleo ruso en seis meses y, petróleo refinado, en ocho meses.
Pese a numerosas reuniones a nivel de diplomáticos y de que se ha propuesto a Hungría y Eslovaquia, muy dependientes del petróleo ruso, un plazo mayor (hasta el 31 de diciembre de 2023), aún no se ha llegado a un consenso para sacar adelante las nuevas sanciones.
También Chequia se ha unido a las reclamaciones y ha pedido un plazo de tres años para aplicar el veto al petróleo ruso.
El sexto paquete de sanciones incluye también la exclusión del Sberbank, el mayor banco de Rusia, del sistema internacional de transacciones Swift, o medidas restrictivas selectivas contra el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa o autores de atrocidades en Ucrania.
Borrell se refirió igualmente a que los ministros hablarán por conferencia con el titular ucraniano de Exteriores, Dmitro Kuleba, para evaluar la situación en su país.
“Los ucranianos siguen resistiendo fieramente y les seguiremos proporcionando armas para ello”, indicó Borrell, quien ha propuesto a los Veintisiete ampliar en otros 500 millones de euros, hasta los 2.000 millones, la ayuda para financiar armas para Ucrania como artillería o carros acorazados.
La ministra canadiense de Exteriores, Mélanie Joly, que compareció ante los medios junto a Borrell antes de participar en una reunión con sus homólogos europeos, se refirió igualmente a que su país es favorable a la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN y, además, a que tengan un “acceso rápido”.
Si estos países deciden presentar formalmente su candidatura a integrarse en la Alianza Atlántica, Joly estimó que Canadá podría en “días” culminar la ratificación.
“Sabemos que el periodo interino entre la petición de entrada y la ratificación tiene que acortarse”, comentó.
También dijo estar en contacto con su homólogo turco para que ese país supere las objeciones a que esos dos países nórdicos entren en la organización, ya que eso es “más importante que asuntos bilaterales”.
Borrell mostró su “fuerte apoyo” a Finlandia y Suecia y aseguró que los países de la UE apoyarán su decisión de entrar en la OTAN.