Al menos 37 chiíes que participaban en las celebraciones religiosas de la Ashura han muerto este domingo en una serie de atentados con bomba perpetrados en Bagdad, según el último balance de las autoridades policiales y sanitarias.
El atentado más grave ha sido el perpetrado en el barrio de Ciudad Sadr, uno de los barrios chiíes más poblados de Bagdad, donde estalló una bomba junto a una carpa levantada preparar la Ashura.
En otro atentado murieron ocho chiíes en el centro de la ciudad y en otro más fallecieron doce personas tras la explosión de un coche bomba en un nuevo ataque contra fieles chiíes.
Millones de chiíes iraquíes acudirán entre hoy y mañana a las mezquitas y santuarios en todo el país para recordar la muerte a Hussein, nieto del profeta Mahoma, fallecido en una batalla en Kerbala en 680. Las festividades del calendario musulmán comienzan al anochecer, así que la Ashura se celebra a partir del atardecer de este domingo.
El ascenso del Estado Islámico, un grupo ultra suní, podría agravar las tensiones este año, ya que considera que los chiíes son infieles que pueden ser asesinados legalmente y podría aprovechar las concentraciones de chiíes en actos religiosos para perpetrar atentados.