Media Francia se mantiene hoy en alerta por la ola de calor que afectará al país al menos hasta comienzos de la semana próxima y que ha provocado cortes en la electricidad y numerosos problemas en los ferrocarriles, con muchos trenes que han tenido que reducir la velocidad.
El servicio meteorológico francés indicó que 47 del centenar de departamentos del país están hoy en alerta por canícula, en particular en el este, donde se esperan temperaturas máximas de 38 grados en Lyon, Estrasburgo o Metz.
Las temperaturas bajaron la pasada noche sobre todo en la costa de Bretaña y Normandía, donde las máximas se quedaran en poco más de 20 grados, frente a los 32 de París, donde ayer se llegó a los 39,7, la máxima registrada en la ciudad desde 1947.
La compañía ferroviaria estatal SNCF avisó de que el tráfico de trenes podría verse perturbado hoy como ayer, cuando decenas de miles de usuarios en las estaciones de París sufrieron retrasos de hasta más de dos horas.
El calor "nos obliga a tomar medidas de seguridad", a ralentizar los trenes o incluso a detenerlos, explicó hoy el presidente de la SNCF, Guillaume Pépy, en una entrevista al canal "BFM TV"
Según la compañía, el fuerte calor deforma la catenaria y dilata los raíles, lo que impide la circulación normal de los convoyes y necesita operaciones de los equipos técnicos.
Por otro lado, alrededor de 150.000 abonados en Le Havre y sus alrededores sufrieron cortes de corriente eléctrica debido a una operación llevada a cabo por la compañía EDF ante el calor excepcional.
En los últimos días, cientos de miles de hogares han tenido ese mismo problema, sobre todo en el oeste de Francia.