El pasado 6 de julio la Junta de Portavoces de la Asamblea de Madrid acordó bajar un dos por ciento el sueldo de sus diputados, después de que unos días antes la presidenta regional, Esperanza Aguirre, anunciara esta medida para los altos cargos de la Comunidad y la recomendara para el Parlamento y los ayuntamientos madrileños.
Una iniciativa que la mayoría de los diputados consultados por Efe no ven precisamente muy efectiva si se trasladase al Congreso o al Senado, y muchos de ellos apuestan más bien por regular las compatibilidades que se les permiten.
Aparentemente son los diputados populares quienes se muestran más favorables a seguir el ejemplo de la Asamblea de Madrid e, incluso, su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, recuerda que hace sólo unos meses que su grupo presentó una propuesta para congelar los sueldos de los parlamentarios.
Hace un año, las Mesas del Congreso y del Senado acordaron congelar durante 2009 las remuneraciones de diputados y senadores,así como las indemnizaciones que perciben.
Otra diputada del PP, que no quiere desvelar su nombre, vería lógica esa reducción, porque en los tiempos que corren “todos nos tenemos que apretar un poco el cinturón”.
Pero no todos los populares lo ven así; uno de ellos, que no quiere identificarse, asegura que sería “tonto” si votara a favor de reducirse el sueldo, y otro, que tampoco revela su nombre, apunta que la remuneración que reciben a final de mes está “muy ajustada” a las necesidades y dice no conocer “a ningún diputado que se haya hecho rico con su sueldo”.
“Ya tenemos los sueldos más bajos de los parlamentarios de la UE”, insiste, para, a continuación, advertir de que si se reducen las remuneraciones, se corre el riesgo de que muchos de los diputados no puedan costearse los gastos que implica el desempeño de su labor y se podría llegar a la situación de que sólo los ricos pudieran ejercer como representantes del pueblo en las Cortes.