Los turistas alojados en los hoteles cercanos al lugar del atentado en el que han fallecido hoy dos guardias civiles en Palmanova están recluidos en los establecimientos ya que se ha establecido un amplío perímetro de seguridad en la zona de la explosión.
Fuentes de los servicios de emergencias han informado a EFE de que el perímetro, que no pueden traspasar los medios de comunicación, se ha establecido en dos kilómetros a la redonda del cuartel de la Guardia Civil que ha sufrido el atentado, en previsión de que pudiera haber un coche bomba aparcado en los aledaños.
Entre tanto, dentro del perímetro, agentes del cuerpo lloran y expresan su indignación por el atentado, ocasionado, al parecer, por el estallido de un coche en las inmediaciones del cuartel.
El cuartel está ubicado en la calle Miquel dels Sants Oliver de Palmanova, junto a la oficina de Correos en una zona llena de hoteles, apartamentos turísticos y cafeterías, toda ella acordonada y cerrada al tráfico.
Los turistas de los hoteles cercanos al lugar del atentado no están autorizados a salir de los establecimientos, de forma que unas calles que habitualmente están llenas de paseantes, se encuentran vacías.
La carretera principal de acceso a Palmanova está cortada al tráfico desde unos 2,5 kilómetros de distancia.