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Suga renuncia al liderazgo de su partido y de Japón

"Desde que asumí el cargo hace un año, me he esforzado en las medidas anticoronavirus", explicó

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  • Yoshihide Suga. -

El primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, anunció hoy que no se presentará a la reelección como líder del partido gobernante nipón, con lo que pondrá fin a su breve mandato al frente del Ejecutivo.

"Desde que asumí el cargo hace un año, me he esforzado en las medidas anticoronavirus", explicó este viernes ante los medios Yoshihide Suga, quien tomó el timón del país tras la renuncia por motivos de salud de su predecesor, Shinzo Abe.

"Tenía intención de postularme a las elecciones del líder del partido, pero se necesita mucha energía para compatibilizar las medidas anticovid-19 y la campaña electoral. Creo que debo elegir solo una de ellas así que me concentraré en las medidas para frenar la expansión de contagios", afirmó Suga en una breve rueda de prensa.

Yoshihide Suga anuncia su retirada como cabeza de partido y no concurrirá a las próximas elecciones internas que el Partido Liberal Democrático (PLD) celebrará el 29 de septiembre, la antesala para nombrar al líder de la agrupación y candidato a las elecciones generales que se aproximan.

UNA RENUNCIA ANUNCIADA

Tras un año de mandato marcado por intermitentes estados de emergencia en el archipiélago -el último vigente hasta el 12 de septiembre- y el rechazo ciudadano a los Juegos Olímpicos, el mes de agosto resultó clave para la baja popularidad del primer ministro.

Al mismo tiempo que los Juegos Olímpicos se desarrollaban bajo un formato burbuja sin público y en condiciones excepcionales, el ambiente festivo y el relajamiento de medidas entre la ciudadanía, aunado a la lenta distribución de la vacuna dispararon, según los expertos, los casos de coronavirus.

Tokio alcanzó cifras récord diarias con más de 5.000 contagios y justo antes de los Paralímpicos el país registraba 20.000 casos por la incidencia de la variante delta, poniendo al límite el sistema hospitalario en la capital y otras regiones, así como más de 100.000 ciudadanos enfermos tratados en sus hogares.

En mitad de la peor crisis sanitaria de Japón desde el inicio de la pandemia, calificada por los expertos de "desastre", unas elecciones en Yokohama, la segunda ciudad más poblada del país y feudo político del primer ministro Suga, acabaron de hundir la imagen del gobernante.

Suga había colocado a un hombre de su confianza como cabeza de partido, pero los votantes prefirieron a la oposición, lo que los analistas calificaron como "castigo político" y removió las bases del partido en vista a las elecciones generales.

A inicios de semana, Suga anunció que realizaría cambios en su Gabinete y reemplazaba a su número dos, Toshihiro Nikai, un veterano político, pero la pérdida de apoyos internos, las críticas y el descontento popular indican que ya era tarde.

SIN APOYOS INTERNOS Y UNAS ELECCIONES GENERALES A LA VISTA

Suga, el veterano del PLD que llegó a primer ministro tras ejercer de mano derecha de Abe y garantizarse el apoyo de las principales facciones del partido, parece haber perdido los apoyos dentro de esta formación ante el deterioro constante que ha sufrido su imagen.

En una reunión extraordinaria de la junta ejecutiva del PLD celebrada este viernes, Suga informó de que no se presentaría como candidato a la reelección de líder de partido, y de acuerdo a los medios nipones, el gobernante expresó su intención de completar el mandato.

Suga no tendría por tanto intención de dimitir como primer ministro, un cargo en el que le queda poco tiempo puesto que su mandato tiene fecha de caducidad el 30 de septiembre.

La actual legislatura en la Cámara Baja de la Dieta (Parlamento) de Japón llega a su fin el próximo 21 de octubre, y las próximas elecciones generales donde se decidirá el nuevo primer ministro de Japón deben convocarse como muy tarde para el 28 de noviembre.

Entre los llamados a sucederle está el exministro de Exteriores Fumio Kishida, quien se ha mostrado también crítico con las medidas de Suga para enfrentar la pandemia y que cuenta además con el apoyo de Abe, que aunque retirado sigue vinculado al partido.

El anuncio de Suga, que no ha nombrado expresamente a un sustituto, deja la puerta abierta a una lucha interna por el control del partido más longevo, y poderoso, de la historia moderna de Japón, con más de seis décadas gobernando el archipiélago.

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