El alcalde de
Tarifa, Francisco Ruiz, no oculta su satisfacción porque la entrada del municipio como miembro del
Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana servirá para solventar el histórico problema de abastecimiento de Atlanterra desde las instalaciones de Barbate. “La inclusión llega después de un intenso trabajo” y de varias negativas, asegura el primer edil, quien confía en que el proyecto, ya en su fase final de redacción,
esté ejecutado en dos años.
“Se instalará una nueva
tubería de quince kilómetros de longitud y 300 milímetros de grosor para conectar la zona con la red del consorcio y
se ampliarán los depósitos de regulación, con uno más en Atlanterra, y se mejorarán las instalaciones de bombeo”, detalla.
Falta, no obstante, por amarrar la financiación, aunque el alcalde de Tarifa cuenta con el compromiso de la Junta de Andalucía, el propio consorcio y los promotores. No en vano, todos los actores, incluyendo a los vecinos, han coincidido siempre en que esta era la mejor opción. La propia empresa gestora del servicio municipal, FCC Aqualia, apuntaba en este sentido cuando recepcionó las infraestructuras de Atlanterra.
“Vamos todos en la misma dirección”, asegura.
Con esto,
el suministro quedará garantizado para las viviendas (que se surte de los tres pozos ubicados en la Finca de la Obscuridad, en la carretera entre Barbate y Vejer) y
los establecimientos hoteleros actuales y también para
los proyectos previstos por Inmobiliaria del Sur (Insur) en la Unidad de Ejecución de la U.A-1, donde se ubicaba hasta 2002 el Zahara Atlanterra y donde se levantará un nuevo edificio con 500 habitaciones; y el SA-1 Cabo de Plata, donde la inmobiliaria Grupo Q proyecta una nueva urbanización y un campo de golf.
Asimismo,
la solución acordada con el consorcio hace decaer, según indica el alcalde, el plan especial de infraestructuras elaborado primeramente y que pretendía obtener el agua del pantano de Almodóvar y los manantiales de la localidad, una solución que rechazaba de plano la Asociación de Vecinos de Atlanterra porque, argumentaba, el embalse no cuenta con capacidad suficiente para cubrir la demanda de 208 metros cúbicos al día de los nuevos desarrollos urbanísticos.
“Es una extraordinaria noticia, no solo para los promotores, sino también para los residentes que han tenido dificultades durante muchos veranos por problemas de abastecimiento”, celebra el alcalde.
“Es una solución ideal y de futuro”, concluye.
“Los desarrollos urbanísticos solo deben seguir si se hace la obra”
La Asociación de Vecinos de Atlanterra
ha acogido la noticia con satisfacción, porque el proyecto “es el único que garantiza el abastecimiento” tanto a residentes como a establecimientos hoteleros, pero advierte de que “la ejecución de la obra debe estar garantizada para continuar los desarrollos urbanísticos previstos”. La entidad considera un riesgo “construir y poner en uso nuevos hoteles sin llevar a cabo la canalización”.
“Sería un auténtico caos”, subraya.