La Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía ha puesto en marcha un proyecto para delimitar fosas con víctimas de la Guerra Civil y el franquismo en el Peñón del Colorado, en Alfacar (Granada), en la zona donde algunos investigadores, entre ellos Eduardo Molina Fajardo y Miguel Caballero, ubican el lugar donde podría estar enterrado Federico García Lorca, el maestro Dióscoro Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcoyas.
Los trabajos iniciales, que estarán coordinados por el arqueólogo Javier Navarro, arrancan este sábado "si las condiciones meteorológicas lo permiten", y se prolongarán durante unos dos o tres días. Con un presupuesto inicial de 10.000 euros, consistirán en el uso de un georradar de última tecnología y en sondeos arqueológicos manuales, en una superficie de unos 1.200 metros cuadrados, donde provisionalmente se estima que se encuentran tres pozos con tres posibles fosas.
El lugar, en el que trabajará un equipo de 14 personas, se encuentra en una hondonada frente al cortijo de Los Llanos de Corvera, conocido también como cortijo 'Gazpacho' o 'Pepino', a unos 500 metros del Barranco de Víznar, y a unos 1.000 del parque Federico García Lorca, donde la Junta de Andalucía ya lideró en 2009 otro proyecto para la búsqueda de fosas que acabó sin el hallazgo de evidencias de enterramiento alguno o esquirla de hueso.
El proyecto, basado en las investigaciones de Caballero, que escribió el libro 'Las 13 últimas horas en la vida de Federico García Lorca', ha sido presentado este viernes por el director general de Memoria Democrática, Luis Naranjo, que ha aclarado que el objetivo no es la búsqueda del poeta, que es una "víctima más" de la Guerra, aunque ha reconocido la trascendencia "mediática" y el carácter emblemático del proyecto.
Estos trabajos arqueológicos suponen además la continuación de las tareas que ya arrancaron en la zona el pasado mes de junio en el Barranco de Víznar, donde las catas practicadas permitieron delimitar cinco fosas comunes donde se hallaron restos de armas de fuego y restos óseos.
ENTRE VÍZNAR Y ALFACAR, UNAS 3.500 VÍCTIMAS
De hecho, en el entorno, desde el barranco hasta Fuente Grande, las fuentes historiográficas sitúan, según ha recordado Naranjo, entre 3.000 y 3.500 víctimas, entre las que se encuentran, "como una más", el autor de 'Yerma'. "Somos plenamente conscientes del interés mediático, pero desde el punto de vista de la Dirección General se trata de una víctima más del Golpe de Estado", ha indicado.
Por ahora, las tareas que arrancan este sábado son sólo de "indagación", y no hay "constancia" de la identidad de las víctimas que se puedan encontrar en el lugar, por lo que la Junta de Andalucía no se ha puesto aún en contacto con los familiares, según ha indicado el asesor de la Dirección General Juan Francisco Arenas, que ha recibido la petición de un total de 10 familias para la exhumación de sus familiares en el entorno ubicado entre Víznar y Alfacar.
El arqueólogo Javier Navarro, responsable de la exhumación de más de 30 fosas comunes de la Guerra Civil, ha señalado que éste se trata de un trabajo "complicado y difícil" porque los enterramientos se realizaron "en precario" en situación "de gran conflicto", y, en el caso del Peñón del Colorado, en zonas de campos de labor que han sido manipuladas con posterioridad, tradicionalmente olivares.
Ahora, después del uso del georradar, tendrá que iniciarse una labor arqueológica manual que consistirá en retirar la tierra que haya podido ser revuelta y "rascar" para deterinar dónde está la fractura del terreno para ubicar la posible fosa.
El investigador Miguel Caballero ha señalado que los trabajos suponen la culminación de su investigación sobre la posible ubicación de fosas comunes en la zona del Peñón del Colorado y, aunque ha admitido que es muy difícil desligar el nombre de García Lorca del paraje, se ha mostrado de acuerdo con Naranjo en que "todas las víctimas son iguales".
Caballero ha explicado que su análisis de las fuentes se basa también en la que ya hiciera el periodista Eduardo Molina Fajardo, que situó el enterramiento de Lorca frente al cortijo situado entre la carretera que une Víznar con Alfacar, en el Pago del Peñón del Colorado, que era el antiguo campo de instrucción de las tropas de Falange.
TESTIMONIOS CLAVE
El investigador considera clave lo que dijo a Molina Fajardo el capitán José María Nestares --jefe del sector de Víznar en 1936--, su hijo, Fernando Nestares, un agricultor de Alfacar que labraba terrenos cercanos al lugar de fusilamientos, el que fuera alcalde de Pulianas, Pedro Cuesta Hernández, y un quinto individuo que el periodista identifica con las iniciales A.M.F.
"Eran personas que nada o casi nada tenían que ver entre sí, y los testimonios son coincidentes. Todos apuntan al campo de instrucción", según Caballero, quien opina que en aquel lugar, cerca del entonces cortijo 'Gazpacho' --hoy conocido como cortijo 'Pepino'-- se cavaron pozos para la búsqueda de agua subterránea, y por ello, el enclave era idóneo para enterrar cuerpos.
Además, Caballero no sólo se basa en los testimonios que recogió Molina Fajardo, sino que encargó un estudio a un equipo de arqueólogos y geólogos de Aragón que han analizado las depresiones del terreno y que han delimitado "perfectamente" el posible enterramiento en el lugar.