El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la condena a 15 años de prisión al único procesado por el asesinato de los dos jóvenes que fueron encontrados muertos, maniatados y con cocaína esparcida por sus cuerpos en abril de 2009 en el Camino de Purchil, en Granada.
Se trata de Raúl C.C., 27 años, condenado por la Audiencia Provincial de Granada como cómplice de los dos asesinatos tras el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular el 23 de marzo del pasado año, por un suceso cuya autoría se atribuyó a narcotraficantes colombianos que no han sido localizados.
La Sala desestima así en la resolución ahora dictada, consultada por Europa Press, el recurso de casación planteado por la defensa, al fallo que ya emitió el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que igualmente confirmó la condena inicial impuesta por la Audiencia.
Como en la primera resolución, los magistrados del Supremo rechazan que el veredicto estuviera condicionado por la presión sobre los miembros del jurado por parte de familiares de las víctimas, y ponen de manifiesto que ese extremo no se hizo constar ni en el acta del juicio ni se formalizó ninguna objeción sobre esas supuestas presiones.
Por lo que se refiere a la prueba de la participación del acusado, el Alto Tribunal, señala que no sólo existen indicios para inculparle, sino también "pruebas científicas", como la ubicación de su teléfono móvil en el lugar de los hechos, o la localización de su vehículo, e indica que la enervación del derecho a la presunción de inocencia es en este caso "acorde a las reglas de la lógica".
Así, finalmente la Sala Segunda considera, en una sentencia de 1 de julio, que no ha lugar al recurso de casación, y desestima todos los argumentos de la defensa.
El condenado se encuentra actualmente en libertad provisional con fianza, por lo que las familias de las víctimas, según informa en una nota su abogado, Carlos Aránguez, está "preocupada" por esta circunstancia y exige el "inmediato cumplimiento" de la pena impuesta.
De hecho, alertan de su posible riesgo de fuga, puesto que está casado con una latinoamericana y ha tenido recientemente un hijo.
SENTENCIA DE LA AUDIENCIA
En la sentencia ahora confirmada, la Sección Primera de la Audiencia de Granada consideró probado en su sentencia que el 11 de marzo de 2009 el procesado adquirió a uno de los fallecidos, por importe de 30.000 euros, un coche marca Volkswagen Tuareg.
Además, los jueces consideraron que las víctimas, identificadas como J.F.C. y M.F.A., de 24 y 25 años respectivamente, se desenvolvían en ambientes de consumo y tráfico de estupefacientes, en los que conocieron a Raúl C.C., que también los frecuentaba.
Los tres idearon un plan o estrategia con la finalidad de que los narcotraficantes con los que iban a hacer negocios no se percataran de sus intenciones, de presuntamente robarles la droga. Pero Raúl C.C., según se señalaba en el fallo, sabía que la auténtica intención de los narcotraficantes, de nacionalidad colombiana, era acabar con la vida de algunas personas.
Así, con la excusa de una operación de compra de droga a unos colombianos que venían de Madrid, Raúl acordó con los narcos que conduciría a sus otros dos amigos a un lugar solitario para que éstos acabaran con la vida de los dos jóvenes, lo que finalmente sería en el Camino de Purchil, el 1 de abril, sobre las 23,30 horas.
De acuerdo con el plan convenido, y con el fin de no ser identificado por nadie en el lugar de los hechos, el acusado intercambió esa misma tarde su coche con otro, propiedad de un conocido suyo. Una vez que llegaron al Camino de Purchil, aparecieron los narcos, que no han sido identificados, y estos dispararon "a quemarropa" cuatro disparos en la cabeza a los dos jóvenes, cuyos cuerpos fueron arrojados a un barranquillo al borde del camino. Además, a modo de "mensaje" para las personas que se mueven en esos ambientes, espolvorearon 30 gramos de cocaína sobre el cadáver de uno de ellos.
Finalizado por el procesado y el autor o autores de los disparos la preparación de los cadáveres y el escenario, cogieron las llaves de los vehículos de las víctimas y los trasladaron a otro lugar, donde fueron encontrados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.