La cosecha de la almendra, que finalizará este mes, alcanzará las 5.500 toneladas en la provincia de Granada, superando la media de las últimas cinco campañas, según las estimaciones que baraja la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).
Granada es la provincia andaluza con mayor extensión dedicada al cultivo del almendro, seguida de Almería. La climatología y la orografía han permitido históricamente a los agricultores obtener cosechas abundantes y de buena calidad.
Esto, sumado al bajo coste de producción y al aumento de precios en el mercado, ha favorecido que en los últimos años se estén recuperando explotaciones agrarias y nuevas especies de este fruto seco de alto valor nutricional.
El secretario de COAG en Granada, Miguel Monferrer, ha explicado a Europa Press que existe una gran demanda interna en España de este producto, pero también de otros países en desarrollo, como China, Brasil o la India, sin que su producción esté muy extendida, de modo que se trata de un cultivo al alza en la provincia.
La presente campaña alcanzará las 5.500 toneladas, lo que supone un descenso de unas mil respecto a las previsiones iniciales, pero seguirá siendo una buena producción frente a la media de casi 5.000 toneladas obtenidas en las últimas campañas.
La falta de precipitaciones en la comarca de El Altiplano granadino, en zonas como Baza, Huéscar, Orce o Puebla de don Fadrique, hace prever una rebaja en la calidad del fruto seco, que saldrá algo más delgado, pero desde COAG afirman que los agricultores "no dejarán ni uno sin recolectar" dado que tiene "un precio de oro", por encima de un euro y medio con cáscara para el productor.
Monferrer achaca a esta circunstancia las 33,6 toneladas que han sido sustraídas de los campos granadinos en la presente campaña, cuando se han creado protocolos específicos por parte de la Guardia Civil para evitar los robos.
Respecto a la mano de obra, en la Contraviesa y la Alpujarra, donde la altitud favorece un producto de gran calidad, la recolección es prácticamente manual, dado que la orografía impide la entrada de maquinaria, lo que sí es posible en otras zonas como Guadix, Baza o Huéscar, donde el sistema está más mecanizado.
En términos generales tiene poca mano de obra --sólo para la recolección-- y un bajo coste de producción, pues necesita pocos tratamientos, por lo que, tras unos años de bajos precios, la almendra vuelve a resurgir con fuerza en una provincia que históricamente ha apostado por este cultivo.