Juan Manuel Gutiérrez dejó de ser gerente del Centro de Desarrollo Rural de la Serranía (CEDER) el pasado 31 de diciembre, haciendo efectivo el grupo de desarrollo el despido acordado por su Junta Directiva el pasado 28 de octubre tras haber sido condenado por sendos delitos de malversación de fondos, falsedad documental y fraude de subvenciones durante su etapa como alcalde de Benadalid, tras la tramitación del proyecto La Posada de Benadalid, con el que además estuvo vinculado la entidad.
Fue el propio Gutiérrez quien comunicó el mismo 31 de diciembre a los socios del CEDER que ese día terminaba su relación laboral con la asociación, mediante la remisión de un correo electrónico. En el escrito, al que ha tenido acceso RONDA SEMANAL, el técnico asegura que de haberse cometido errores al frente de su cargo “ninguno fue intencionado”. El ex gerente se despidió afirmando que “a pesar de las dificultades, en esta comarca existen numerosos recursos, humanos, materiales e inmateriales que vislumbran un futuro prometedor”.
Tras su marcha ha sido un trabajador del grupo de desarrollo, Miguel Prego, quien se ha hecho cargo de la dirección técnica, según ha comunicado la presidencia a los miembros de la asociación. Prego trabaja en el CEDER desde hace 18 años, “por lo que cuenta con la experiencia necesaria para la gestión del programa de desarrollo rural que estamos gestionando”, refiere Alfredo Carrasco en la misiva, que ha sido facilitada por la entidad a este periódico.
En esa carta, Carrasco informa además del despido de otros tres empleados, habiéndose quedado el grupo de desarrollo con tres trabajadores frente a los siete que tenía hasta ahora, culpando de este extremo a la Junta de Andalucía, a quien acusa de la falta de liquidez de la entidad “por las restricciones económicas que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural está imponiendo al conjunto de los grupos de desarrollo de Andalucía”.
La decisión en torno a estos últimos despidos fue tomada, según ha trascendido por dicha misiva, en la última reunión de la Junta Directiva. Pese a todo, el presidente del CEDER transmite a los socios “cierto optimismo” tras comprometerse a solucionar esta situación la Junta en una reciente reunión con los grupos de desarrollo.
LA POLÉMICA RODEÓ AL CEDER EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
Muy probablemente el despido de Juan Manuel Gutiérrez no logrará poner fin a la situación que padece desde hace meses un grupo de desarrollo atenazado por los recortes presupuestarios por parte de las administraciones, si bien con la marcha del que pareció sempiterno gerente de la entidad el CEDER logra cerrar una fuerte crisis que provocó la ruptura y numerosas tensiones en el seno de la Junta Directiva y entre sus socios.
Pese a su carácter privado, al estar participada la entidad por fondos públicos, cuando Gutiérrez admitió varios delitos ante la Fiscalía y se supo de las vinculaciones de la asociación con el caso de la Posada de Benadalid, el grupo de desarrollo quedó señalado. Y entonces se decidió el despido, que se materializó al fin con una ficticia mayoría. De hecho, el 28 de octubre, cuando se convocó una nueva votación en torno al futuro del gerente tras dos intentos anteriores fallidos, de la veintena de miembros que conforman la Junta Directiva sólo estaban en esa reunión nueve, siendo al fin el voto de seis socios en ausencia de otros muchos el que hizo decantarse la balanza en favor del despido.
Hay que recordar que el informe de un consultor privado contratado por el CEDER opinó que quienes votasen a favor de la rescisión del contrato de Gutiérrez podrían tener que hacer frente a responsabilidades patrimoniales.