El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó este miércoles que los aliados van a trabajar en un “marco institucionalizado” para el apoyo a Ucrania y en un compromiso financiero plurianual para Kiev.
“Debemos garantizar una ayuda a la seguridad de Ucrania fiable y predecible a largo plazo, de modo que dependamos menos de las contribuciones voluntarias y más de los compromisos de la OTAN, menos de las ofertas a corto plazo y más de promesas plurianuales”, afirmó Stoltenberg ante la prensa a su llegada a una reunión de ministros de Exteriores aliados en la que celebrarán el 75 aniversario de la organización.
Por esa razón, aseguró que los ministros debatirán “la forma en que la OTAN podría asumir una mayor responsabilidad en la coordinación del equipamiento y el adiestramiento militar para Ucrania, anclándolo en el sólido marco de la OTAN”, así como “un compromiso financiero plurianual para mantener nuestro apoyo”.
Actualmente, la coordinación de la ayuda militar internacional para Ucrania la centraliza Estados Unidos con un grupo de medio centenar de países, conocido como “grupo de Rammstein”.
“La OTAN forma parte del grupo Rammstein. Los aliados de la OTAN forman parte del grupo Rammstein. El 99 % del apoyo militar proporcionado al grupo es proporcionado por los aliados de la OTAN”, recalcó Stoltenberg.
“Nos reunimos aquí en la sede de la OTAN para discutir esta cuestión tanto en el formato de Rammstein y en reuniones ministeriales de la OTAN. Es más o menos la misma gente”, justificó.
El político noruego indicó que en esta reunión los aliados esperan sentar las bases para alcanzar un consenso de cara a la cumbre de la OTAN de julio en Washington: “No habrá decisión final hoy o mañana”, precisó.
Stoltenberg rehusó contestar a preguntas sobre si estas medidas van encaminadas a blindar el respaldo a Ucrania si el republicano Donald Trump, contrario a seguir apoyando a Kiev, gana las elecciones en Estados Unidos en noviembre, y tampoco confirmó la cifra que se baraja para el fondo financiero de 100.000 millones de euros en cinco años.
“Lo que es obvio es que necesitamos nuevo y más dinero para Ucrania, y lo necesitamos durante muchos años”, subrayó, y de ahí que ahora vayan a discutir la idea de un “marco institucionalizado” para el apoyo a Kiev que garantice “mayor previsibilidad y más confianza” cada año a largo plazo.
El secretario general dejó claro que los aliados europeos y Canadá están proporcionando aproximadamente el 50 % del apoyo militar a Ucrania, pese a que Estados Unidos sea el mayor socio de la OTAN y esté proporcionando el mayor apoyo bilateral.
No obstante, destacó que el hecho de que no haya habido acuerdo en el Congreso estadounidense sobre la continuación de ese apoyo a Kiev “tiene consecuencias”, como que los ucranianos tengan que “racionar el número de proyectiles de artillería”.
Stoltenberg se refirió igualmente a que en la sesión de trabajo de mañana, además de festejar el 75 aniversario de la Alianza, los ministros se reunirán con sus socios de la región del Pacífico.
“Sabemos que nuestra seguridad no es regional, sino mundial”, comentó.
Así, afirmó que “los amigos de Rusia en Asia son vitales para continuar su guerra de agresión”, y mencionó en especial que “China está apuntalando la economía de guerra de Rusia” mientras que, a cambio, “Moscú está hipotecando su futuro a Pekín”.
Además, dijo que Corea del Norte e Irán están proporcionando importantes suministros de armas y municiones y, a cambio, Pionyang y Teherán reciben tecnología y suministros rusos que les ayudan a avanzar en sus capacidades nucleares y de misiles.
“Esto tiene consecuencias para la seguridad regional y mundial”, enfatizó.
En esta reunión ministerial también debatirán cómo hacer frente a la inestabilidad en la vecindad meridional, incluida la amenaza continua del terrorismo”, concluyó.