La especulación no cesa y los rumores sobre los próximos Comisarios que integrarán la renovada Comisión Europea siguen circulando. La incertidumbre se despejará en pocos días, cuando la presidenta de la institución, Ursula Von der Leyen, anuncie el próximo 11 de septiembre el listado final de comisarios y la distribución de las carteras. Una de las más controvertidas es la de Agricultura. Considerando las masivas protestas del sector agrario europeo antes de las elecciones al Parlamento Europeo, la gran pregunta en Bruselas es quién se encargará de esta "patata caliente" que deja el polaco Janusz Wojciechowski. Lo cierto es que su sucesor enfrentará la difícil tarea de restablecer la agricultura europea como un pilar fundamental de la autonomía estratégica de la UE.
El reto consiste en impulsar la competitividad de la agricultura europea sin perder de vista los objetivos de transición climática y medioambiental. Será esencial fomentar la innovación para mantenerse al nivel de las grandes potencias y evitar quedar rezagado ante los crecientes desafíos geopolíticos que enfrenta el bloque. Además, se deberá actuar de manera proactiva frente al descontento generalizado del sector agrario, abordando cuestiones estratégicas como el aumento en los costos de la energía, el incremento de los precios de insumos como los fertilizantes, la competencia desleal de productos importados bajo normas medioambientales más laxas y la excesiva carga burocrática. La lista de problemas que el próximo responsable de Agricultura deberá abordar es extensa, y la paciencia del sector se agota.
Los representantes de las organizaciones y cooperativas agrarias de la UE (Copa-Cogeca) ya han lanzado una advertencia: “Esperamos más palabras y hechos para la agricultura en el próximo mandato”, señalaron en un comunicado tras el discurso de Von der Leyen al asumir su segundo mandato.
Aunque desde Copa-Cogeca celebraron "el ambicioso trabajo preliminar con el lanzamiento del diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura de la UE" por parte de la presidenta de la Comisión, también enfatizaron que "los agricultores y las cooperativas europeas buscan garantías sobre ciertos compromisos asumidos durante la campaña". En particular, hicieron hincapié en la asignación del presupuesto de la UE para asuntos agrícolas. “No podemos esperar que los agricultores hagan más mientras los dejamos en la incertidumbre sobre el financiamiento para nuestros objetivos comunitarios”, sentenciaron.
En cuanto al financiamiento, esta semana se publicó el informe elaborado por los expertos que participaron en el Diálogo Estratégico sobre el futuro de la Agricultura en la UE. El informe subraya la necesidad de reformar la Política Agraria Común (PAC) para que los pagos directos a agricultores y ganaderos “se ajusten mejor a sus necesidades socioeconómicas, en función de sus ingresos, de manera que estas ayudas lleguen realmente a los profesionales que más lo necesitan”.
“Debemos hacer más y haremos más para proteger nuestras granjas y lograr que el sector agroalimentario sea más resiliente y competitivo, pero también más sostenible”, afirmó Von der Leyen en una rueda de prensa durante la presentación de las conclusiones del informe.
Sin embargo, estas promesas chocan con la realidad de los fracasos de proyectos clave en el mandato anterior de Von der Leyen, como la Estrategia “De la Granja a la Mesa”, uno de los pilares principales del Pacto Verde, que prometía consolidar un sistema alimentario más sostenible a través de una política medioambiental, agrícola y sanitaria coordinada. Esta ambiciosa estrategia incluía objetivos como la reducción del 50% en el uso de pesticidas, que pronto se volvieron difíciles de alcanzar debido a la situación geopolítica y a la nueva realidad a la que tuvo que enfrentarse el sector. De hecho, la controvertida propuesta sobre pesticidas fue oficialmente eliminada de la Estrategia, y no fue un caso aislado.
A principios de año, un análisis presentado por Euronews reveló que más de la mitad de las promesas incluidas en la Estrategia no se cumplieron. De las 27 iniciativas, 15 no se han llevado a cabo, entre ellas la Ley de Sistemas Alimentarios Sostenibles, originalmente concebida como uno de los pilares fundamentales de toda la estrategia.
Otra de las iniciativas que se ha estancado es la adopción de un etiquetado nutricional en la parte frontal de los envases. Tras la fuerte oposición a uno de los modelos propuestos, el francés Nutri-Score, la Comisión decidió no avanzar con el proyecto. Sin embargo, los defensores de este sistema, acusado de ser demasiado simplista y de confundir a los consumidores con etiquetas de colores y letras que penalizan productos como el aceite de oliva y alimentos emblemáticos de la gastronomía europea, siguen intentando que Nutri-Score llegue a los mercados de la UE.
Hasta el momento, no han tenido mucho éxito, como lo demuestra el reciente caso de Portugal, donde la adopción del etiquetado Nutri-Score duró apenas semanas debido a la creciente oposición al sistema. Algo similar ocurrió en España, donde el Senado instó al Gobierno a detener la implantación voluntaria del modelo Nutri-Score y esperar hasta que la Comisión Europea tome una decisión al respecto. Una decisión que probablemente se retrasará, al igual que otras medidas de la Estrategia que aún no tienen un rumbo claro.
Mientras persiste la incertidumbre sobre los próximos Comisarios y el futuro de algunos proyectos heredados, en España, el sector agrícola sigue de cerca el posible nombramiento de la actual ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, como responsable de la cartera de Energía o Medio Ambiente de la UE. Esta posibilidad preocupa al sector, como lo ha manifestado el presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores, Pedro Barato, en una carta dirigida a la presidenta de la Comisión, en la que afirma que “Ribera ha demostrado un comportamiento perjudicial para el sector agrícola español”. Sin duda, los próximos anuncios serán decisivos para el futuro de la agricultura europea, un sector que necesita recuperar el lugar que le corresponde.