El primer Grupo de Combate Expedicionario Dédalo parte mañana desde la Base Naval de Rota con rumbo al mar Mediterráneo en un despliegue de 45 días para promover la seguridad y libertad de navegación y de aviación en la principal vía comercial para España: el mar Mediterráneo. Así lo ha explicado en una comparecencia de prensa a bordo del Juan Carlos I el Contraalmirante Antonio González del Tánago.
Un despliegue Dédalo consiste en proyectar una fuerza con la capacidad de hacer operaciones anfibias y aeronavales alejados del territorio nacional durante un largo periodo de tiempo. El despliegue Dédalo nace en 2023 y se continuó durante 2024, en esta ocasión se va a dividir en 3 fases: una primera en el Mediterráneo con una duración de 45 días, segunda fase en primavera durante los meses de junio y julio por el Atlántico y Mediterráneo y, por último, en otoño, se realizará un tercer despliegue durante 2 meses en aguas del Atlántico.
Este despliegue se divide en tres fases que pretenden contribuir a la disuasión y defensa de la alianza; la disuasión y defensa nacional; y contribuir a la seguridad marítima, garantizando espacios seguros que permitan la libertad del tráfico marítimo en beneficio del bienestar de los españoles.
Esta primera fase que comienza mañana a primeras horas de la mañana compuesta por dos buques anfibios: Juan Carlos I y Castilla. A su vez como ha explicado el contraalmirante Antonio González del Tánago: "cada buque embarcará cuatro embarcaciones de desembarco. Además, dentro de los dos barcos anfibios, embarcará el segundo batallón de desembarco de la Brigada de Infantería de Marina que llevará sus apoyos de combate y apoyo logístico".
La fuerza anfibia irá escoltada por dos fragatas: la fragata Blas de Lezo y la Victoria. En esta comparecencia de prensa cabe destacar que todas fuerzas incorporarán diversas aeronaves de ala fija o ala rotatoria que pertenecen a la flotilla con base en Rota.
Además de estas medidas principales, se embarcarán dos equipos operativos de seguridad de la Fuerza de Protección de la Infantería Marina y un equipo operativo de buceo con capacidad de desactivación de explosivos procedentes del Centro de Buceo de la Armada.
"El objetivo principal del despliegue Dédalo es promover la seguridad y libertad de navegación y el derecho de sobrevuelo en espacio aéreo internacional que para España es un derecho irrenunciable" destacaba González del Tánago. El contraalmirante explicó que tanto el Atlántico como el Mediterráneo son las principales vías de comunicación para todo el tráfico comercial que entra o sale de España y que mantener esas vías comerciales abiertas es "primordial para el bienestar de nuestros conciudadanos".
En esta primera fase que comienza mañana, una de las principales actividades se desarrollará en el mar Egeo enmarcada en la fuerza de acción rápida de la Alianza (ARF). Por ello, se realizará un ejercicio en el que la Alianza va a poner en práctica sus planes de defensa basado en que fuerzas del ejército de tierra, aire y Armada de hasta 9 países de la Alianza van a desplegarse en las inmediaciones del flanco este. Un ejercicio que comprende más de 10.000 efectivos a los que en competencia marítima, la Armada española dota más de la mitad de los efectivos de este ejercicio.
"Todas estas actividades de combate nos ayuda mucho a mejorar interoperatividad, no solo con los aliados sino con los países amigos situados en el Mediterráneo" exponía el Contraalmirante para abordar la importancia de estas actividades, donde también destacó que "tiene un importante componente de proyección y apoyo de la Industria Nacional de Defensa ya que todos los barcos que salen mañana al mar son de diseño y construcción puramente nacional por lo que al salir al exterior y operar en el mar no solo los enseñamos en puertos sino que se nos ve operar en el mar, mostrando su eficacia".
La fragata “Álvaro de Bazán” y el BAC “Patiño” se integran en la Agrupación Naval Permanente de la OTAN número 2 y la fragata “Blas de Lezo” en el Grupo de Combate Expedicionario “Dédalo-25”.
El BAC “Patiño” y la fragata “Álvaro de Bazán”, con base en el Arsenal de Ferrol, han zarpado en la tarde del día 25 de enero para integrarse en la SNMG-2, comenzando así un despliegue que durará hasta mediados de mayo. Asimismo, ha salido a la mar la fragata “Blas de Lezo” para integrarse en el Grupo de Combate Expedicionario “Dédalo-25”. Los actos de despedida de los tres buques han sido presididos por el Comandante de la 31ª Escuadrilla de Superficie, el capitán de navío Jesús Viñas Barciela.
La SNMG-2 es una Agrupación Naval Permanente de la Alianza Atlántica, que opera en aguas del Mediterráneo y que conforma el núcleo de la “Fuerza Marítima de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN”, en el marco de la operación “Noble Shield”. El Grupo de Combate Expedicionario “Dedalo-25” contribuye con la OTAN, en apoyo a las operaciones de disuasión y defensa.
Ambos despliegues refuerzan el compromiso de España y la Armada con la Alianza, así como la solidaridad con el resto de países miembros de la OTAN, apoyando a la disuasión y la defensa colectiva en y desde la mar.
Las fragatas “Álvaro de Bazán” y “Blas de Lezo” y el BAC “Patiño” al mando de los capitanes de fragata Pablo Rodríguez Tortosa, Pedro Jesús Ramos Carbonell y Ramón González-Cela Echevarría respectivamente son tres de los siete buques que conforman la 31ª Escuadrilla de Superficie. Durante estos despliegues participarán a bordo de los buques alrededor de 600 hombres y mujeres.