La UD Roteña está pasando por un gran momento en la temporada. De la mano del técnico Jesús Cruz Pecci, ha dado forma a una máquina de ganar insaciable que, ahora, ha enlazado una nueva victoria para continuar con su espectacular momento de forma. Y ya son cinco las que ha encadenado. Números de líder o, al menos, para situarse cerca del primer puesto. Con 43 puntos en su casillero, los rojillos se sitúan como segundos a tan solo una victoria de distancia del Racing Club Portuense. Nada tiene que ver la situación actual que vive el entorno del Manuel Bernal con la que atravesó a finales del pasado año, que le llevó incluso a ser desterrado de la zona de play-off. La mejor Roteña está de vuelta, y el pasado domingo lo demostró una vez más ante un ‘coco’ de la categoría como es el Trebujena CF que, pese a no estar pasando por un buen momento, se presentó en su visita a Rota como acostumbra a ser habitualmente: un rival duro y exigente.
Así fue desde el principio, presentando una dura batalla a una Roteña que fue de menos a más. Tanto es así que, en el transcurso de la primera parte, apenas fue capaz de acercarse al marco defendido por Bascuas mediante un lanzamiento potentísimo de Álex Valero- que volvió a salir como titular- desde una distancia corta que repelió el portero visitante poco antes de encarar el descanso. Había sido lo más destacable de una Roteña que estaba pasando completamente desapercibida en ataque, que encontró problemas para dominar la posesión de la bola frente a un equipo que fue un hueso duro de roer, tanto en defensa- donde desquició completamente las pocas iniciativas de los rojillos-, como en ataque, donde fue capaz de conectar algunas ocasiones sobre la meta de Jairo Ruiz. De hecho, la más clara de la primera parte no la firmó la Roteña, sino el Trebujena, en un lanzamiento de falta ejecutado por Josán con pierna izquierda que se cerró de forma sorprendente hasta estrellarse en el larguero.
El balón parado, como en cualquier partido regido por tanta igualdad, se estaba postulando como la única vía para aportar algo diferente en un partido demasiado previsible y monótono. Precisamente, en una acción desde la esquina, la Roteña fue capaz de conectar un nuevo remate que, en este caso, también se topó con el travesaño. La oportunidad se perdió, pero, al menos, se presentó como el síntoma más evidente de que los rojillos estaban empezando a despertar, favorecidos también por los cambios que realizó Pecci desde el banquillo. Raúl Vidal fue uno de los que entró al partido tras el descanso, en el que resultó ser un movimiento de ficha acertado por parte del técnico isleño, pues aportó frescura e intensidad a una línea ofensiva que ganó en presencia. No fue casualidad que una de sus poderosas carreras al espacio coincidiera con uno de los pocos desajustes del Trebujena en defensa. Vidal, motivado por un hambre de gol voraz, cabalgó varios metros hasta plantarse solo delante de un Bascuas que poco pudo hacer para detener un remate raso, directo a la red.
Un tanto que desatascó un partido abocado a un insípido empate a cero desde el comienzo. Una buena e inesperada noticia que recibió la Roteña con los brazos abiertos, aunque, casi en la secuencia inmediata, vivió un infortunio, cuando se lesionó Jairo Ruiz. Al parecer, el portero se hizo daño en el dedo al realizar una estirada providencial que evitó un gol cantado de Fran Núñez, para desviarlo hacia el palo.
Tras unos momentos de parón en el partido, tuvo que ser retirado para dar entrada a Mateos. Aun así, lamentablemente, no fue la única lesión que tuvo un partido fatídico en ese sentido. Navarro se lesionó la rodilla de gravedad en una acción totalmente fortuita, llevando al partido a un larguísimo parón que se extendió durante cerca de 15 minutos. Al final, tuvo que ser retirado sin ser capaz, ni siquiera, de caminar sobre su propio pie.
Una imagen dolorosa para todos los presentes, antes de continuar con un extenso añadido en el que pese al resultado tan abierto, la Roteña nunca vio su ventaja amenazada por un Trebujena que insistió de lo lindo, sin ser capaz de meterle el diente a la defensa rival. El mejor sabor se lo llevó, por tanto, el cuadro rojillo, que terminó celebrando un triunfo vital antes de enfrentarse al CD Rota en el gran derbi roteño del próximo domingo.
