Darío Domínguez ha sido el encargado de interpretar el pregón infantil del Carnaval 2025. El joven roteño fue seleccionado tras el certamen de pregones que se realiza desde los centros educativos dentro de la propia oferta educativa. El componente de la chirigota infantil de Rota dejó a un lado el traje de baño y su papel de 'Pepi' para pasar a ser todo un heraldo, aunque él prefirió bromear y catalogarse como "el Sálvame andante". Darío traía un importante mensaje para la localidad roteña: "acaba de estallar en la ciudad gaditana un fenómeno que llaman '¡El bendito Carnaval!". Y de heraldo pasó a trovador cantando coplas al son de la guitarra de su padre y de su amigo.
Previamente, esta persona, y personaje, fue introducido por Esther García, delegada municipal de Fiestas, quien depositó todas sus esperanzas en el talento y arraigo de esta fiesta en el joven roteño, a pesar de su corta edad (11 años). "Hoy es un día muy especial para todas las personas a las que nos gusta el carnaval" anunciaba la delegada de Fiestas, dando el peso que corresponde a este evento enmarcado en la programación carnavalesca. Así, Esther García señalaba a los más pequeños como los protagonistas del inicio del Carnaval con su "alegría, frescura y espontaneidad". La delegada de Fiestas lanzó un sinfín de piropos al pregonero infantil antes de hacer su aparición en el escenario. De este modo, un fuerte estruendo inundó la Gran Carpa tras escucharse "Darío, tuya es la palabra".
"Escuche toda la gente, habitantes de esta villa que traigo la maravilla de la noticia caliente. La noticia más reciente que hoy les vengo a contar es que acaba de estallar en la ciudad gaditana, un fenómeno que llaman el bendito Carnaval" fueron las primeras palabras del pregonero infantil. Acto seguido, tomó las riendas del pregón y se presentó: "acabo de llegar a Rota y voy de ciudad en ciudad contando las noticias más importantes que van pasando, y enterándome de otras para contarlas en mis siguientes paradas".
Siguiendo su papel de anunciador e informador, Darío confesó que procedía desde la capital de la provincia para anunciar en Rota "algo que nunca había presenciado", algo que la ciudadanía debía saber porque "nada más acabar el mes de febrero, las calles de Cádiz se han llenado de gente, los gaditanos y gaditanas han tomado las calles como si se tratara de una revolución". La sorpresa de Darío fue mayor al describir que este proceso revolucionario sigue un patrón "extraño" ya que quienes toman las calles lo hacen disfrazados y cantando coplas con diferente temáticas, como por ejemplo "la carga gaditana". Y con este preámbulo dio paso a la interpretación del primero de los pasodobles que serían cantados por el pregonero.
El pregonero cautivó al público concentrado en la Gran Carpa de la avenida San Juan de Puerto Rico, fue tanta su implicación que los hizo suyos parte del espectáculo al cantar uno de los vítores más reconocibles del Carnaval: "¡Qué bonito está mi Rota! ¡Qué bonita es mi ciudad! ¡Qué rebosa de alegría cuando llega el carnaval!". El Carnaval también había llegado a la localidad roteña, como bien relataba Darío Domínguez, puesto que siguiendo las palabras de los antiguos pregoneros: "en Rota había muchísimas agrupaciones y la gente conserva en su memoria nombre de carnavaleros".
Es más, Domínguez enaltecía la historia carnavalesca de Rota a través deñ cuarteto de Rota, la chirigota de Cañas o la comparsa de Guti. Y si el pasado fue brillante, "el presente no se queda atrás" como defendió el pregonero, mencionando a la chirigota de Antoñito Molina, la comparsa de las niñas o la comparsa de Rota. Sin pasar por alto las agrupaciones callejeras que se dan cita en esta fecha en la localidad. Y, por supuesto, "tan viva está la revolución en esta Villa que se suman a ella hasta los niños" haciendo referencia a la cantera, su chirigota. Este guiño dio paso para definir la cantera: "la cantera es el sitio donde los niños aprendemos lo que es el carnaval como si fuera un juego".
Así, la chirigota infantil 'Las que en remojo se mueven los martes y los jueves', su chirigota, hizo su aparición estelar para cantar junto a Darío Domínguez algunos cuplés. Además de un momento de gran emotividad como la sorpresa que su grupo le tenía preparado. Este grupo de niñas y niños sorprendieron al pregonero dedicándole un pasodoble inédito para "decirte te quiero, Darío de mis entrañas, para verte crecer otros carnavales". El pregón alcanzó tal dinamismo, pasión y atractivo que ni la lluvia quiso perderse las palabras y coplas que tenía preparadas Darío Domínguez.
El pregonero se resignó ante esta revolución porque "ya no soy solo quien te cuenta esta historia, sino que soy parte de esta historia" y prefirió cantarlo que contarlo ya que es inevitable sentise atrapado del veneno de febrero, de sus coplas, donde ni los más agnostícos se pueden resistir a atreverse con un estribillo. Y así lo cantó, una vez más, Darío. Ya no pudo contener a la persona y rompió el personaje, mientras su tío, Enrique Galán, armonizaba las palabras del pregonero: "permítanme salir del personaje para contar la historia que hoy me ha traído aquí, la de Darío, la de mi primera copla". Esa primer copla pudo esperar uno minutos más porque aún había espacio para cantar junto a la comparsa de Rota y afianzar esa afirmación que hizo: "soy un picao del Carnaval".
Finalmente, Darío dio gracias con nombre y apellido. Y tanto fue su agradecimiento que los hizo partícipes, una vez más, a todas aquellas personas involucradas en su pregón. Aún quedó un último destello de este juglar gaditano. Un último canto, uno muy especial, ese que le hizo enamorarse del carnaval: 'El Credo' de Juan Carlos Aragón. Así, con decenas de personas, amigos todos, Darío puso broce de oro a su historia, una historia cantada desde lo más profundo del amor por Don Carnal.
