Hace casi un siglo desde que la Constitución de 1931 integrara el sufragio femenino en España, un hecho que permitió a las mujeres ejercer su derecho al voto en las elecciones generales de 1933 y que vieron coartadas todos sus logros durante la dictadura franquista. Pero, antes de llegar a ese punto hubo dos símbolos igualmente importantes en la lucha del derecho al voto de la mujer: Clara Campoamor y Victoria Kent. Dos opiniones discordantes en cuanto al momento exacto en el que otorgar a la mujer el derecho al voto en ese momento. Kent fue más conservadora que la primera y afirmó que "no es el momento de otorgar el voto a la mujer española", una afirmación que chocaba frontalmente con la opinión de Campoamor. Así se llegó al debate del 1 de octubre de 1931 donde ambas protagonizaron una lucha dialéctica que se zanjó con la consecución del sufragio femenino.
En este contexto histórico ha querido enfocarse Bombastic Teatro, con la colaboración de la delegación de Igualdad, para conmemorar el 8M durante esta semana e impartir esta valiosa lección al alumnado de los diferentes centros educativos de la localidad. Hoy ha sido el turno de CEIP Pedro Antonio de Alarcón, CEIP Calasanz y CEIP Luis Ponce de León en los cursos de quinto y sexto de Primaria que han acudido al auditorio municipal 'Alcalde Felipe Benítez'. A lo largo de esta semana, la compañía de teatro roteña recorrerá los institutos del municipio representando esta obra titulada: 'Clara y Victoria, la historia del sufragio femenino'.
Laura Almisas, delegada de Igualdad, no ha querido perderse esta actividad y ha contextualizado la representación teatral. Almisas explicó al alumnado presente la búsqueda de la igualdad real entre hombres y mujeres, afirmando que este momento histórico fue vital para esa lucha. Las visiones de Clara y Victoria fueron similares, aunque con puntos dispares que no les alejaron a ninguna de ser símbolos de la lucha feminista, como recordó la delegada municipal. Almisas expresó a los asistentes que esta obra tiene una triple enseñanza: la lucha por la igualdad; que se puede tener dos opiniones diferentes y que esto no produzca un enfrentamiento irrespetuoso; y que todo en la vida cuesta.
Estas dos figuras históricas son las principales precursoras del derecho al voto femenino. Kent no era contraria al sufragio femenino, simplemente el contexto de su época y la reciente aparición de la II República daban a esta la visión de que las mujeres, en su mayoría sin formación y sin experiencia democrática, votarían influenciadas por sus maridos o por la Iglesia, de tal manera que hacía falta un esfuerzo previo de pedagogía en valores republicanos. Sin embargo, este planteamiento no era suficiente para Campoamor quien replicó a Kent en el Congreso: "los que votasteis por la República, y a quienes os votaron los republicanos, meditad un momento y decid si habéis votado solos, si os votaron sólo los hombres. ¿Ha estado ausente del voto la mujer? Pues entonces, si afirmáis que la mujer no influye para nada en la vida política del hombre, estáis —fijaos bien— afirmando su personalidad, afirmando la resistencia a acatarlos".
El alumnado de estos tres centros educativos de la localidad han tenido la oportunidad de acercarse a la historia de un derecho fundamental que requirió de un gran esfuerzo de las mujeres, mujeres como Kent y Campoamor, para poder gozar en nuestros días de un elemento indispensable para la democracia.
