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Siempre nos quedará tu risa

El humorista onubense Marcos Arizmendi rinde homenaje a Pedro Reyes, con quien compartió escena y al que considera "uno de los mitos del mundo del humor en España"

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Triste noticia con la que nos levantamos la mañana de este miércoles al saber que un trozo de la historia del humor de este país se nos ha ido de una manera tan repentina e inesperada. Estamos hablando de uno de los mitos del mundo del humor en España. Todo el mundo lo conocíamos desde ‘La bola de cristal’ y nuestros hermanos mayores lo conocían ya de antes gracias a sus duetos con el también humorista Pablo Carbonell.
Pablo fue el primero que dio la noticia de su fallecimiento y a raíz de ahí se desató un aluvión de reacciones que demuestra el cariño que el mundo artístico le tenía a este genio del humor. Me resulta extrañísimo estar escribiendo de esto ahora mismo, sobre una persona llena de vitalidad, inquieta, ingeniosa, cargada de proyectos y en unos de sus momentos más creativos. A nivel personal, tengo un grandísimo recuerdo con nuestra actuación conjunta por muchos teatros españoles con la obra ‘Vaya par de 3’. Han sido muchas vivencias compartidas, muchas charlas en el coche, en el tren, en el hotel, siempre con las vistas puestas en crecer y, siempre, con un ideal por encima de todos: pasárnoslo bien.
Hablaba mucho, siempre inventaba, ponía, siempre estaba  presente. Su cabeza no paraba. Su actividad mental le hacía ser protagonista en las conversaciones, le gustaba darme consejos... Es una pena. Estaba en su momento más dulce y se ha tenido que ir sin esperarlo.
De él admiraba su gran imaginación, llegaba a extremos imposibles para el común de los humoristas. De cosas insulsas te sacaba una carcajada. San Gregorio, Sangre para los amigos. Lo que sí le agradeceré toda la vida es que siempre, cuando compartíamos espectáculo, me reía cuando él actuaba. Hablaba por los codos, era súper activo, nunca se quedaba de brazos cruzados; era persistente y admiro su manera de enfocar el humor. Se ha ido un pionero.
Aunque la gente lo llame absurdo, su humor era el más inteligente. Él siempre iba a más y por eso la admiración que recibía de la gente fuéramos donde fuéramos. Me parece increíble estar hablando de la vida de Pedro Reyes porque haya muerto. Qué putada. Lo bueno de esta putada es que siempre nos quedarán sus vídeos, sus recuerdos, sus anécdotas y, quizá, algún día alguien pueda hacer algo parecido a lo que él hizo por el humor. Igual, imposible, sólo parecido. Hasta siempre, Pedro, un gran compañero que sin duda seguirás haciendo reír allá donde te haya llevado este nuevo viaje inesperado.

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