Juan Ignacio Zoido, que aspira a la reelección como alcalde, defiende que ha trabajado intensamente para recuperar la normalidad en el Ayuntamiento, saneando las cuentas y manteniendo los servicios públicos; que ha preparado la ciudad para lanzarla y por eso pide el apoyo cuatro años más.
¿Para qué y por qué quiere seguir siendo alcalde de Sevilla?
–Estos cuatro años han sido apasionantes, gobernando en unos momentos muy difíciles, pero ha merecido la pena dejarse la piel por Sevilla y ser capaz de sanear las cuentas y mantener los servicios públicos, las empresas municipales saneadas y profesionalizadas. Se han eliminado privilegios, dietas, cargos de confianza, coches oficiales, tarjetas de crédito. Se han bajado sueldos y cargos directivos, y al mismo tiempo mantenidos los colegios adecentados e incrementado en siete millones los servicios sociales. Cuidando los detalles y resolviendo los problemas, hemos sido capaces de quitar la losa que tenía el Ayuntamiento y en estos cuatro años crear empleo, ya que hemos sido capaces de frenar la destrucción con proyectos ilusionantes: unos están en marcha y otros van a comenzar en los próximos días.
Es como si se presentara a un examen, ¿tiene los deberes hechos o hay asignaturas pendientes?
–Yo me examino todos los días. Soy autocrítico. Unos pensarán una cosa y otros otra, pero lo que tenemos que hacer es trabajar todos los días y superar las dificultades. Estoy acostumbrado a vencer a las encuestas. Está demostrado que puedo, con la confianza de los sevillanos, ganarle a las encuestas, que son sólo tendencias y análisis.
¿La Sevilla que ve es la que se imaginó?
–Me hubiera gustado hacer más cosas pero la losa económica y la deuda lo impidieron y tampoco han llegado las inversiones privadas y de administraciones. Pero la normalidad se ha instalado y cuando falta, se echa de menos; y se ha terminado con los casos de corrupción y los escándalos, sobre todo porque a la vez que se ha rebajado la deuda, que era la mayor por renta per cápita, y rebajar impuestos, la Universidad Juan Carlos I nos concedió el título de la ciudad más transparente. Algo importante para recuperar la credibilidad y honorabilidad.
Aun quedan 500 millones de deuda o la indemnización de Las Setas ¿hay capacidad para hacer cosas?
–Sí, porque el ciclo económico cambia y el nivel de endeudamiento del cien por cien ha pasado al cincuenta por ciento. Llevamos muchos meses trabajando con la nueva distribución de fondos europeos, que ahora gestionan los ayuntamientos directamente, y tenemos proyectos para actuar en la integración de la población, la movilidad, la eficiencia energética, la sostenibilidad, y todo creando empleo, para que pronto se pueda transformar incluso el modelo productivo, como con la Zona Franca, en la que tengo una confianza absoluta. Cuando pasen unos años se verá su importancia.
Su objetivo es mejorar la vida de la gente. ¿Con qué medidas básicas?
–Creando empleo. Hemos conseguido frenar el desempleo y ahora se está creando empleo neto. Tenemos que aprovechar que no hay deuda y que los servicios públicos funcionan para ser más atractivos y competitivos. Hemos preparado suelos como los de San Nicolás Oeste y la SE20 va a ser una realidad. Tenemos que complementar el Higuerón Sur y pasar al Higuerón Norte, que Iberdrola lo quiere poner en carga. Y desarrollar la Zona Franca, que espera facturar mil millones. Pero también hay que cuidar la ciudad, la imagen, que haya armonía con el mobiliario urbano y que sea un salto de calidad.
Ha presentado sus propuestas para emprendedores, ¿alguna para el resto que no tiene capacidad para emprender?
–Hay que aspirar a preparar a los jóvenes para los puestos que se demandan. En realidad, es necesario un plan de formación y la Junta nos tendrá que ayudar. Lo espero tras la investidura. Lamento que la Junta no nos haya permitido 26 escuelas taller en barrios que tanto lo necesitan. Lo que ruego a la Junta es que sea sensible, que nos ayude a preparar para insertar.
¿Ha faltado diálogo?
–No. Lo que ocurre es que la Junta ha estado sometida a un pacto que rompieron anticipadamente y están pendientes de las elecciones y no de gobernar. No encontramos a nadie que conteste ni que resuelva problemas, como con los planes de empleo, que hemos tenido que desembolsar 17 millones y porque teníamos tesorería. Pedimos a la Junta que trabaje con Sevilla, porque no lo está haciendo ahora, pero tampoco en gobiernos anteriores con la Ciudad de la Justicia o las líneas del Metro. Da igual quien gobierne Sevilla; lo que se demuestra es la falta de sensibilidad de la Junta de Andalucía para con Sevilla.
Sería importante, porque hay 85.000 parados...
–Pero si no hubiésemos frenado esa destrucción de empleo, creado 2.000 empresas y desbloqueado el Higuerón Sur, sería un auténtico drama. A pesar de atravesar los peores momentos, hemos sido capaces de frenar la destrucción de empleo y crear empleo neto. Por eso confío en que con nuestras políticas hemos demostrado saber qué hacer y que crearemos más empleo, porque hemos preparado los suelos y hay empresas en espera. La estación de Cádiz, el Mercado de la Carne, Sevilla Park, Ikea... tenemos por delante grandes retos y estoy ilusionado, esperanzado... Si hemos sido capaces de resolver todo con esa deuda, estoy convencido de que podemos transformar Sevilla y de que el sevillano no tenga que salir fuera a buscar trabajo. Juntos lo podemos conseguir y miro a los ojos a los sevillanos y se lo digo.
En materia de movilidad, ¿da el Metro por perdido?
–No puedo, porque es la mejor forma de vertebrar una ciudad, soluciona la movilidad, es sostenible y eficiente. Fui quien propuse que las líneas llegaran a San Jerónimo, a Bellavista, Alcosa, Torreblanca y Triana y el resto estaría cubierta con la 4. Son necesarias, pero como alcalde, si no lo hace la Junta, tengo que buscar alternativas, triplicando carriles-bus, mejorando velocidad comercial y ganando 1,5 millones de viajeros. Hay 57 kilómetros de carriles-bici, que las motos puedan ir por el carril bus, medidas para evitar que el coche se mueva mucho. Y de ahí que haya tenido que proponer ampliar el tranvía.
Que ha sido muy criticada...
–Pero tenemos que hacer frente a la nefasta gestión anterior. Una condena que nos obliga a llevarnos las cocheras del Metro, y el mejor sitio es Santa Justa. Prolongando esa línea, resolvemos la situación, rentabilizamos la inversión y resolvemos la sentencia.
Los sindicatos dicen que no ha habido tanta paz social y piden cubrir vacantes
–Hemos cubierto 800 vacantes declarando servicios esenciales los servicios sociales, la limpieza y la vigilancia de colegios. Eso que dicen de que no hemos efectuado ningún contrato es mentira y con la tasa de reposición sólo quedan por cubrir 173 vacantes en una plantilla de 5.000. Y con los sindicatos hemos alcanzado el acuerdo de homologación. Pero juegan su papel y en ello está el protestar, pero si no hubiéramos sido austeros, el Ayuntamiento estaría cerrado. Aunque haya una minoría que protesta, la gran mayoría nos reconoce una buena gestión, razonable, la única que se podía hacer.
Se le achaca el amplio abanico de privatizaciones en instalaciones deportivas o en servicios sociales...
–En servicios sociales no se ha privatizado absolutamente nada. Es el mismo modelo, pero con decisiones de los técnicos y no políticas, pero adelantando el dinero de la Junta. Y la gestión deportiva es modélica: donde antes no se sabía cómo se gestionaba, ahora se ha normalizado con concursos públicos con derechos y obligaciones. Antes no tenían ninguna obligación. Y se está practicando más deporte en las instalaciones municipales que nunca.
¿Cuál ha sido su peor y su mejor momento?
–Mejores hay muchos y peores también. Reducir es muy difícil, pero de los peores es estar recibiendo felicitaciones por abrir Costco y que una madre o un joven te dice que cuándo le va a tocar. Esa contradicción, esa situación, es la que hay que revertir. Es lo que quiero resolver, el tema del desempleo, aunque no sea competencia del alcalde. Soy consecuente, y el principal problema es que hay paro, y ahí tenemos que unir esfuerzos: la sociedad, el ayuntamiento y las administraciones.
También lo pasaría regular con la aparición del escándalo Fitonovo y Madeja y la destitución fulminante del director de Parques y Jardines
–Sí, pero con mucha tranquilidad. Siempre he dicho que tolerancia cero con la corrupción. Todavía no sabemos exactamente qué pasó, pero no puede quedar ningún atisbo de duda y la transparencia debe presidir. No podía hacer otra cosa que cesar a la persona que estaba al frente de ese servicio.
¿Se iría de cervezas con Espadas?
–Mantengo una relación cordial, aceptable. Sin duda, iría, y encantado de invitarlo de mi bolsillo.
Sí que le hubiera gustado tenerlo al lado en estos años...
–Sí, y en casos flagrantes como que adelantemos 17 millones de la Junta, que justifique que no pague, o que pida a la Junta que adelante el dinero en dependencia o con temas bloqueados. No entiendo cómo un portavoz no abandona su visión partidista. Con los ministros he sido pesado e intenso hasta que lo hemos resuelto. Cuando uno tiene que defender Sevilla lo hace contra la administración que toque, gobierne quien gobierne. Yo renunciaba a todo por Sevilla. Merece la pena cuando tienes ilusión por dejar una ciudad mejor. Podemos conseguirlo. Por eso tengo tanta ilusión en que en estos cuatro años Sevilla despegue, y esa situación, que puede parecer un sueño, yo la veo una realidad.
Llegado el 24 de mayo, si es la lista más votada pero con necesidad de apoyos, ¿a quién llamaría primero? ¿O hablaría con todos?
–Sinceramente, creo que voy a tener una mayoría suficiente. Soy asequible, transparente, no tengo dobleces y busco el consenso. Estoy dispuesto a hablar con todos. Espero que la oposición me ayude y que seamos ejemplo en política, porque los vecinos están cansados de controversias. Hay que pensar en Sevilla, dejar las siglas.
¿Y si no es la lista más votada pero tuviera la posibilidad de gobernar con otros?
–No hay posibilidad. Dije desde el primer momento que era partidario de que gobernara la lista más votada. Un pacto de perdedores no lo permitió. Susana Díaz lo avaló, y ahora lo pide. Yo lo decía ayer, hoy y mañana. La lista más votada es la que debe gobernar y es la que tiene que ser generosa para permitir la gobernabilidad. Si no soy la lista más votada, no puedo hacer nada para gobernar y no lo haré.
¿Y seguiremos viéndolo en el Ayuntamiento en ese caso?
–Me seguirá viendo siempre que sea útil. Jamás utilizaré a Sevilla como moneda de cambio; es demasiado importante para mí. Mientras yo sea útil, allí estaré, y cuando me dé cuenta de que no lo soy, seguiré trabajando por Sevilla, pero en otro ámbito.
Por último, ¿quiere aclarar algo del uso de las siglas del PP para pedir el voto en Torreblanca?
–Le puedo garantizar que no tenemos vinculación, pero hay algo fundamental: que todas las ayudas sociales se dan exclusivamente por los informes de los técnicos. A ver si encuentra alguno que diga que ha habido presiones políticas en estos últimos cuatro años. Los políticos nos tenemos que dedicar a otras cosas pero no a estar mediando ni medrando en las ayudas sociales.