Sofía Reguera, la mujer que ha presentado una demanda judicial para que le sea reconocida su "legítima filiación" como hija de un ganadero y terrateniente de la provincia de Sevilla ya fallecido que mantuvo una relación sentimental con su madre, que trabajaba como criada en su finca, y que ha dejado como herencia unos bienes valorados en 15 millones de euros, ha reivindicado este viernes que "siempre ha sabido que era su padre".
En declaraciones a Europa Press Televisión antes de la celebración del juicio en el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Sevilla, Sofía Reguera ha relatado cómo este hombre la visitaba en el colegio e "iba cada 15 días" a casa de su madre a verla. "Estuve en la finca porque un familiar mío trabajaba allí, pero un día el encargado dijo que me sacaran de allí porque el matrimonio de mi padre se echaría a perder" debido al parecido entre padre e hija.
"Siempre he sabido que era mi padre, siempre he sabido que era él", ha concluido.
De su lado, la nieta del "afamado" ganadero, Sofía González, ha explicado que lo que solicita su madre como demandante es el "reconocimiento de la filiación" porque "es hija no reconocida de un importante ganadero y agricultor" sevillano.
En este sentido, ha admitido que hasta el momento han mantenido una "actitud conciliadora" con la familia del terrateniente fallecido para que se reconociera dicha filiación, "incluso antes de interponer esta demanda judicial", porque el objetivo era "llegar a algún acuerdo", si bien ha asegurado que "en ningún momento por la otra parte ha habido una respuesta". De hecho, ha añadido que el hijo del ganadero "se ha negado y ha puesto muchos obstáculos", hasta el punto que "llegaron a incinerar el cadáver de su padre para que no se pudieran practicar las pruebas de ADN que serían determinantes".
No obstante, según ha comentado el abogado de la demandante, Fernando Osuna, la familia del ganadero accedió a la práctica de la prueba de ADN entre los dos hijos del terrateniente fallecido arrojando resultados "bastante exactos". "La posibilidad de que sean hermanos es de 24.000 veces frente a una", ha aseverado el letrado. Al hilo, ha indicado que "lo ideal" es que se hubiera practicado dicha prueba con los restos del padre, si bien se han realizado con el hermano de Sofía ante la falta de cuerpo.
Asimismo, ha señalado que los testigos que se van a aportar en el juicio también son "importantes", entre ellos ha mencionado a "varios alcaldes del pueblo", así como el parecido entre los hermanos y otras pruebas documentales son relevantes para el proceso judicial.
Osuna ha aclarado que en este juicio lo que se va a dilucidar es si es hija o no del ganadero fallecido, si bien posteriormente habrá un segundo juicio para determinar el reparto de la herencia. "Al no haber testamento porque murió rápido y joven, si se declara que tiene derechos hereditarios --la demandante--, la cantidad que recibiría sería la mitad de los bienes porque se aplicaría Código Civil", ha apuntado y ha añadido que "en este juicio, toda vez que se dictamine sentencia, se determinará si es hija y, por tanto, tendría los apellidos paternos".
"UNA HISTORIA DE AMOR"
La hija de la demandante, Sofía González, ha recordado que su abuela comenzó a trabajar en la finca de esta "familia muy rica", la cual tenía un hijo "soltero" con el que comenzó una relación. Durante la misma, ha continuado, su abuela quedó embarazada. "En un principio, los primeros meses del embarazo parece que hay una aceptación por parte de la familia y mi abuela siguió trabajando en la finca pero cuando se acercó el momento de dar a luz, le dijeron que se marchara a su pueblo que a la vuelta lo arreglarían", ha manifestado.
No obstante, según ha relatado Sofía, "la familia nunca más la llamó". De hecho, ha asegurado que al padre de su abuela "le amañaron en un año un matrimonio con alguien de su clase social". Pero, como ha indicado, hubo una "historia de amor" entre sus abuelos "que se mantuvo durante mucho tiempo" que confirmarán en el juicio los testigos aportados por la acusación particular.
En esta línea, ha afirmado que "no hubo un reconocimiento expreso y legal, pero sí un reconocimiento tácito", es decir, "en muchos momentos a lo largo de los 63 años de vida que tiene mi madre ha habido acercamientos" por parte de su padre.
Así, ha manifestado que "iba a verla a la puerta del colegio, en vacaciones la llevaban a la finca y cuando se fue a casar él se ofreció a prestar ayuda económica si lo necesitaba". Sin embargo, "murió de forma rápida y joven, no llegó a hacer testamento y no sabemos si en su voluntad estaba en algún momento de su vida hacer ese reconocimiento como padre que no llegó a hacer nunca de forma expresa pero sí de forma tácita", ha insistido.