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Sevilla

El Sevilla se lame las heridas de la Copa ganando al Villarreal

El equipo de Emery se mostró como un bloque muy sólido en defensa y peligroso en ataque, sobre todo a balón parado

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El Sevilla se rehizo del desastre copero ante el Racing de Santander con una gran victoria por 1-2 en casa del Villarreal, al que superó gracias a los goles de Juan Cala y el colombiano Carlos Bacca.

El equipo de Emery se mostró como un bloque muy sólido en defensa y peligroso en ataque, sobre todo a balón parado, en un partido en el que el gol local lo anotó el francés Perbet desde el punto de penalti en el minuto 87 cuando el marcador reflejaba 0-2, lo que dio emoción a los instantes finales.

El conjunto hispalense se adelantó en el marcador de jugada de estrategia. Corría el minuto 23 de juego cuando una falta frontal botada por Rakitic fue cabeceada a la red por Cala en su intento de devolver el balón al corazón del área para un segundo remate.

El equipo castellonense pudo empatar poco después, pero el zurdazo cruzado de Manu Trigueros se encontró con una magnífica parada de Beto, que envió el esférico a saque de esquina.

El Villarreal acaparaba el balón, aunque no conseguía llegar con peligro a la meta sevillista, mientras que el conjunto entrenado por Emery se sentía cómodo atrincherado en busca de crear ocasiones a balón parado.

Así llegó una nueva ocasión para los andaluces en el minuto 36. De nuevo sacó la falta Iván Rakitic y esta vez fue Vicente Iborra el que le ganó la espalda a la defensa amarilla, pero su compañero Bacca no llegó por poco a su asistencia de cabeza.

Ya en la segunda parte el Sevilla fue mucho más peligroso. Bacca avisó en el 58 con un cabezazo al larguero tras centro de Rakitic y más tarde sentenció con el 0-2.

El delantero colombiano se aprovechó de un error en el despeje del central argentino Mateo Musacchio para fusilar a Sergio Asenjo desde dentro del área cuando se cumplía el minuto 71 del duelo.

El Villarreal recortó distancias a pocos minutos del final. Cala cometió un claro penalti sobre Jaume Costa que le costó la expulsión al defensa del Sevilla. La posterior pena máxima fue ejecutada por el francés Perbet, que engañó por completo a Beto dando emoción a los últimos compases del partido.

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