La dueña del restaurante sevillano Río Grande, imputada en el caso de los ERE, está citada el martes en un juzgado de Sevilla, donde ha sido denunciada por presunta estafa al vender su negocio sin informar al comprador de las cargas que pesaban sobre él.
Fuentes del caso han informado a Efe de que María del Carmen García Sánchez está citada en el juzgado de instrucción 15, a quien ha correspondido la denuncia de un comprador que llegó a entregar una cantidad a cuenta para adquirir los dos solares de la emblemática calle Betis de Sevilla donde se asienta el restaurante, así como el negocio en sí.
El comprador llegó a entregar una cantidad a cuenta -que no ha recuperado- y el pasado 8 de enero rescindió la operación y denunció a la vendedora por, presuntamente, haberle ocultado las cargas que pesaban sobre los bienes transmitidos.
En el momento de firmar la opción de compra, el juzgado de los ERE había embargado la totalidad de las acciones de García Sánchez en Río Grande y en febrero pasado embargó los dos solares y el restaurante, puesto que la entidad Río Grande aparecía como responsable subsidiaria de la fianza civil impuesta.
García Sánchez debe hacer frente a una fianza civil de 1.990.689 euros impuesta por la juez Mercedes Alaya por los dos "intrusos" aparecidos entre los 13 prejubilados de su empresa.
La empresaria notificó al juzgado su intención de vender el negocio, en una operación con la que esperaba conseguir "una mejora sustancial de sus fondos propios, elevando por tanto el valor intrínseco de las participaciones embargadas" por el caso de los ERE.
El abogado defensor notificó a Alaya la operación de compraventa para que no fuese "interpretada de forma errónea como un intento de eludir el efectivo aseguramiento de las responsabilidades pecuniarias".
A pesar de que el 3 de enero pasado se consideraba inminente de firma, el día 8 la empresaria recibió por conducto notarial la notificación de la "rescisión unilateral del contrato de compraventa por parte de los compradores", según comunicó al juzgado.