La Comisión de Personal Docente e Investigador (PDI) acreditado y sin plaza de la Universidad de Sevilla (US) ha cifrado en 321 el número de profesionales de este sector en esta situación, hecho que se considera "muy grave", tanto más cuanto que actualmente un 25 por ciento del profesorado de la Hispalense, según los datos del colectivo, es mayor de 60 años.
Según ha indicado la comisión a Europa Press, la 'congelación' del empleo público impuesta por el Gobierno al no permitir incrementar el número de empleados públicos en tiempos de crisis va a impedir la calidad de docencia en unos años, al jubilarse profesores que no van a ser sustituidos.
Una de las profesoras acreditadas para titular de universidad, Concepción Pérez, ha expuesto que "en algunos sectores esto se suaviza; en el caso de la educación pública y la sanidad se permite una tasa de reposición del 10 por ciento de los funcionarios que se jubilan, y en otros sectores se permite la cobertura del 100 por ciento de las vacantes, lo que perjudica claramente a estos dos servicios públicos prioritarios".
Para otra docente acreditada para titular universitaria, María Sepúlveda, "en el caso del profesorado universitario la restricción, como en el resto de administraciones públicas, se debe aplicar solo al personal de nuevo ingreso, pero no a quienes ya son personal de las universidades, ya que se han de entender no como incorporaciones nuevas sino como progresión en la carrera profesional, siguiendo el diseño de la Ley Orgánica de Universidades (LOU)".
Y es que la carrera profesional del PDI está establecida en la LOU en una progresión de categorías mediante sistema vertical. La entrada de personal a las universidades se hace desde categorías laborales temporales --para personal de nuevo ingreso en formación-- que tras obtener el Doctorado pueden progresar en la escala a otras categorías laborales temporales (ayudante doctor) o indefinidas (profesor contratado doctor o profesor colaborador), para luego seguir promocionando hacia categorías funcionariales superiores: profesor titular y catedrático.
El acreditado para catedrático de universidad Juan José Murillo ha señalado que "para la progresión es requisito, en cada nivel, que el PDI haya obtenido una acreditación favorable por una agencia externa de evaluación, por lo que el solicitante de la acreditación reúna un determinado nivel de preparación y de méritos fijados por dichas agencias para poder acceder a otra categoría profesional superior".
Con esta situación "se anula el derecho a la promoción a través del trabajo", en opinión de este colectivo, que añade que "se cierran al profesorado muchas vías para avanzar en el conocimiento en I+D+i, al no poder progresar competitivamente a categorías universitarias más altas".
La Universidad de Sevilla --critican finalmente-- "no hace nada para intentar solucionar este grave problema y ni siquiera acepta la petición del profesorado de fijar criterios objetivos para las convocatorias de plazas, con cargo a esa tasa de reposición del 10 por ciento, lo que sí han hecho otras universidades".
