El filósofo Emilio Lledó (Sevilla, 1927) ha recibido hoy "orgulloso y anonadado" la noticia de que el jurado de los Premios Princesa de Asturias le ha concedido su galardón de Comunicación y Humanidades porque, ha confesado en declaraciones a Efe, a su edad, algo así le da "un poco de marcha".
"El año pasado fui finalista, y me lo quitó Mafalda, el personaje de Quino, con todos los méritos y derechos y me siento orgullosísimo de haber estado con él entre los candidatos, pero este año parece que no ha habido ninguna Mafalda. Aún así me ha caído de sorpresa", ha asegurado.
Un tanto agobiado con las llamadas de teléfono porque aún no había concluido de redactar su conferencia de esta tarde en la Casa del Lector y necesitaba "un poco de silencio" para terminarla, se ha confesado "orgulloso, agradecido y anonadado", aunque "no envanecido".
"A mi edad, (87 años) un premio así me da un poco de marcha", se ha reído.
En los últimos tiempos los premios le caen "casi en ataque", ha bromeado de nuevo porque, además, se da la circunstancia de que cuando recibió el año pasado el Premio Nacional de las Letras preparaba para esa misma tarde una conferencia en la Asociación de Editores de Madrid.
"Mi mayor satisfacción -ha confesado- es poder seguir trabajando y manteniendo los mismos ideales que tenía de jovencito", cuando se marchó a estudiar a Alemania.
"Me siento muy feliz de haber seguido en esa línea y haber mantenido lo que siempre he creído", ha subrayado Lledó, un defensor a ultranza de la enseñanza de las humanidades y la memoria, el lenguaje y el libro.
El jurado del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades ha destacado en Lledó que se trata de un "pensador de relevancia internacional y de trayectoria ejemplar en el ámbito de las humanidades".
Al premio, dotado con 50.000 euros y una escultura diseñada por Joan Miró, se habían presentado 28 candidaturas de 15 países, entre ellas la del historiador mexicano Miguel León-Portilla, que llegó a las ultimas votaciones.