La Policía Nacional ha desmantelado tres plantaciones ilegales de marihuana en tres fincas de Sevilla que albergaban un total de 575 plantas y que contaban con fuertes medidas de seguridad para evitar ser descubiertas, una operación en la que han sido detenidas seis personas.
Las plantaciones se han encontrado en las afueras de la localidad de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), en una zona limítrofe con Dos Hermanas, según ha informado en un comunicado la Policía, que ha explicado que los seis detenidos se distribuían las tareas de cultivo, mantenimiento, recolección, venta y vigilancia de la droga.
En la operación se ha intervenido todo el equipo técnico empleado en las plantaciones como lámparas caloríficas, sistemas de ventilación, filtros de carbono y extractores, entre otras.
La investigación se inició en diciembre del pasado año cuando los agentes de la Comisaría de Dos Hermanas sospecharon de la existencia de plantaciones de marihuana en unas fincas agrícolas ubicadas en las afueras de Alcalá de Guadaíra.
Comprobaron la existencia de cuatro fincas que contaban con fuertes medidas de seguridad, lo que hizo sospechar sobre la existencia de plantaciones ilegales en las mismas.
Debido a que se trataba de cuatro fincas, cada una de ellas de gran extensión de terreno, los agentes tuvieron que poner en marcha un dispositivo en el que intervinieron distintas unidades policiales parar registrarlas.
Cuando los agentes accedieron al interior de las cuatro fincas, descubrieron que en ellas había instalados sistemas hidropónicos de cultivo y secado, con una gran infraestructura de lámparas caloríficas, transformadores, aires acondicionados, filtros de carbono, ventiladores y extractores que permitían el cultivo de las plantas de marihuana que llegaron a alcanzar más de 150 centímetros de altura.
La Policía intervino un total de 575 plantas que una vez desbrozadas permitieron obtener 60,5 kilos de marihuana preparada para su distribución y consumo.
Durante los registros fueron detenidos seis personas cuando se encontraban en las fincas.
Además de las sustancias estupefacientes y de los equipos empleados para mantener la producción ilegal, los agentes intervinieron varios cartuchos de un arma de fuego del calibre 9 mm., una escopeta y varias balanzas de precisión y otros útiles con los que se preparaba la droga antes de ponerla a la venta.
