Mientras los nuevos accionistas de Río Grande buscan operadores interesados en explotar tanto el emblemático restaurante sevillano como su terraza de copas a orillas del Guadalquivir, los inquilinos que hasta noviembre gestionaban la zona del bar siguen reclamando sus derechos.
Lo vienen haciendo desde que la anterior dueña, su arrendadora, consumó la venta de Río Grande. Entonces, denunciaron haber sido desalojados de forma “violenta”, “coaccionados” y “amenazados”. Así se ponía fin a casi 13 años regentando, bajo el nombre de Puerto de Cuba, la conocida terraza. Un final que, según sostienen sus socios, aún no está decidido.
El traumático desalojo de los hasta entonces inquilinos motivó tanto una denuncia por vía penal como una demanda civil. En base a ésta, según ha podido saber este periódico, Puerto de Cuba en Liébana SL, la sociedad que forman estos empresarios, reclama al juez que se les restituya la posesión del local.
“Pedimos que se haga de forma inmediata como medida cautelar, mientras llega un juicio en el que estamos convencidos de que nos darán la razón”, explican a Viva Sevilla los gestores del grupo. El juicio debería celebrarse antes del verano, pero la toma o no de medidas cautelares por parte del juez sí será inminente, en una vista que se celebrará próximamente.
Contrato verbal
Puerto de Cuba admite que su contrato con la anterior dueña de Río Grande, María del Carmen García Sánchez, era verbal, pero insiste en que no por ello menos válido. La sociedad defiende que los pagos mensuales o las obras y mejoras implementadas (de su bolsillo) en el local durante todos estos años son pruebas con peso suficiente como para defender, cuanto menos, su derecho de tanteo.
Con el litigio civil abierto en canal, los gestores de Puerto de Cuba confían en que el juez estime y ordene a la mayor brevedad la restitución cautelar de la posesión del bar. La razón es que temen que los nuevos propietarios logren cerrar con un tercer operador el alquiler de las instalaciones para su explotación, algo que “complicaría enormemente” la causa.
Como adelantó Viva Sevilla este jueves, la nueva propietaria de las instalaciones, la sociedad Faeton Capital, vinculada al empresario Miguel Gallego, ya ha iniciado conversaciones para ceder el complejo, que permanece abierto y operando, a un gran operador a cambio de unos 50.000 euros mensuales. Mientras avanza en ellas, el empresario ultima con proveedores y diseñadores la apertura de la terraza de cara a la primavera, ya que por ahora viene siendo habilitada para puntuales eventos privados.
La reacción del Ayuntamiento
El concejal de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Muñoz, se refirió este jueves al futuro de Río Grande de la mano de sus nuevos dueños: “He podido hablar con el empresario (Gallego) y me consta su idea de renovarlo de forma integral. Le hemos brindado todas las facilidades, dentro de la legalidad, para impulsar ese proyecto”.