El empresario sevillano José Moya, de 67 años de edad, refundador de la empresa Persán, que colocó a la compañía como líder en la Península Ibérica en producción de detergentes y suavizantes, ha fallecido este lunes tras no poder superar una larga enfermedad.
Casado y con tres hijos y licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Sevilla, se convirtió en consejero delegado y presidente ejecutivo de la empresa en 1993, creciendo económicamente en la empresa hasta hacerse con el 100 % de la compañía en 2009.
Bajo su control, Persán se convirtió en un líder consolidado en detergentes y suavizantes, muy por delante de las multinacionales que operan en España, multiplicando por 10 su facturación, al llegar a los 400 millones de euros en 2015 y superarlos en 2020.
La compañía dispone de un equipo de más de 800 personas en su planta de Sevilla, la más grande de Europa y la segunda del mundo.
Entre los mensajes de pésame que la familia está recibiendo se encuentra el de la hermandad de Estudiantes de Sevilla, de la que era hermano y “gran devoto de nuestros titulares y colaborador discreto e incansable en temas de acción social”.