El Ayuntamiento de Torremolinos, a través del primer teniente de alcalde, Ramón del Cid, ha denunciado hoy lo que considera una persecución de la Junta de Andalucía contra el Equipo de Gobierno y el propio municipio en relación con los espectáculos y actos públicos que organiza el Consistorio.
Ramón del Cid denunció “la necesidad de que los vecinos del municipio conozcan la persecución política permanente a que está siendo sometido este Ayuntamiento por parte de la Junta de Andalucía”.
En su relato de lo que consideró “el último capítulo de esta persecución”, el primer teniente de alcalde relató que el jueves 20 de diciembre inspectores adscritos al departamento de Juego y Espectáculos Públicos de la Junta de Andalucía se personaron en el Auditórium Municipal “Príncipe de Asturias” interesados respecto a las condiciones en que habría de celebrarse la tradicional fiesta de Fin de Año prevista por el Ayuntamiento en dicho recinto.
En este punto, Ramón del Cid llamó la atención por el hecho de que, pese a que al día siguiente, día 21, y también el día 22, estaban previstos sendos espectáculos en el Auditórium, “estos inspectores no estuvieron interesados por detalle alguno de estos eventos. Ni sobre el aforo, la seguridad o cualquier otro detalle…”
El primer teniente de alcalde explicó entonces que, centrándose solo en la prevista Fiesta de Fin de Año, los funcionarios actuantes “levantaron Acta en la que daban cuenta de que el Ayuntamiento no presentaba Licencia Municipal de Apertura del recinto, cuando es sabido que el Ayuntamiento no la precisa por tratarse de inmueble propio, requiriendo también Informe sobre el aforo, por lo que se les mostró la autorización de la Junta de Andalucía del mismo, concretamente para 1.670 personas sentadas y 3.696 de pie”.
Ramón del Cid explicó igualmente que los referidos agentes “reclamaron un contrato con una empresa de seguridad para la celebración del evento, informándoles en este sentido, como estos funcionarios deberían saber, que el Decreto 10/2003, de 28 de enero, de la Consejería de Gobernación de la propia Junta de Andalucía recoge que cuando son los propios ayuntamientos los que convocan un espectáculo no es obligatorio el cumplimiento del referido requisito, por entenderse que la vigilancia y seguridad están garantizadas con los medios propios: Policía Local, Protección Civil y personal de la Delegación de Fiestas, disponiéndose además, en el caso del Auditórium, de un Plan de Autoprotección, Emergencia y Evacuación por parte del Servicio de Bomberos”.
Abundando en los detalles del contenido del Acta levantada en aquella inspección, el primer teniente de alcalde se refirió también a que se apuntaban supuestos fallos en el mecanismo de apertura de algunas puertas, “cuando en realidad –recalcó Ramón del Cid- solo una de ellas se abrió con cierta dificultad, solo empujando, debido al tiempo transcurrido desde su última apertura”, concluyendo que, en síntesis, todos los mecanismos y requisitos de seguridad estaban en perfecto orden.
En este punto, Ramón del Cid, afirmó que, “en principio, podíamos entender que todo esto se trataba de una actuación correcta y lógica, a través de la cual la Junta de Andalucía pretendía velar por la seguridad de cuantas personas acudieran a este acto”, pero “lo que ya sí se antoja un ejemplo de persecución política es que la misma noche, a las cuatro de la madrugada, durante la fiesta de Fin de Año, otros dos inspectores se personaran nuevamente en el Auditórium para realizar una nueva inspección, informándoles de que solo diez días antes ya se había producido esa inspección, habiéndose aportado la documentación correspondiente”.
Ramón del Cid ha relatado también que los mencionados funcionarios de la Junta de Andalucía “no quisieron desplazarse al Ayuntamiento, donde se encontraba la documentación que reclamaban de nuevo, exigiendo además la exhibición de un contrato con una empresa de seguridad, respecto a lo cual se volvió a explicar que no era preceptivo por tratarse de un acto municipal”.
Por fin, los inspectores dieron cuenta del levantamiento de un acta, en la que reseñaron la no existencia de las Hojas de Quejas y Reclamaciones, “algo que no verificaron, ya que las mismas sí estaban en su lugar en el Auditórium”.
Tras recalcar que “las medidas que adopta el Ayuntamiento para la celebración de este tipo de eventos o espectáculos son las correctas y necesarias”, el representante municipal detalló que, en concreto, en la Fiesta de Fin de Año pasada, había en el exterior del Auditórium 10 policías locales uniformados; otros seis de paisano en el interior; seis miembros de Protección Civil con ambulancia, enfermero y dos técnicos de transporte sanitario; seis funcionarios de la Delegación de Fiestas; cuatro personas atendiendo a los servicios higiénicos, y también un retén de Bomberos presto a responder a cualquier situación de emergencia”, significando Ramón del Cid la cercanía del Parque de Bomberos como elemento favorable en este caso ante cualquier necesidad eventual.
El primer teniente de alcalde destacó la alta valoración ciudadana de esta tradicional celebración del Fin de Año organizada por el Ayuntamiento y, tras significar que la referida Fiesta se ha confirmado como una buena alternativa para quienes no disponen de muchos recursos económicos o, por ejemplo, quieren disfrutar de la despedida de año en familia y de forma segura, calificó como “más que sospechoso” tanto celo de la Junta de Andalucía, al haber realizado dos inspecciones al mismo lugar en solo once días.
Ramón del Cid dijo entonces que “el afán era que la Fiesta no se celebrara” y, después de señalar que “aunque como fondo en este asunto aparece la Junta de Andalucía”, expresó su convicción de que “quienes promueven todo esto son las personas que están al frente de los respectivos organismos, y concretamente en este caso las personas del Partido Socialista e Izquierda Unida, que gobiernan en coalición en la Junta de Andalucía, quienes no dudan en intentar
Perjudicar a este Ayuntamiento con tal de intentar perjudicar a su Equipo de Gobierno del Partido Popular”.
Por último, el primer teniente de alcalde quiso dejar constancia de la “anécdota coincidente” de que “este año, y no como otros años, cuando nosotros estuvimos en la Fiesta, no hubo presencia física de concejales del Partido Socialista…”.
