La Audiencia de Sevilla acoge desde mañana un juicio con jurado popular contra un hombre acusado de degollar con un hacha a su mujer en Écija (Sevilla), que ocho años antes de la agresión mortal había denunciado a su marido pero retiró la denuncia por "lástima".
Antonio L.G., de 49 años, está acusado de la muerte de Petra M.M., de 46, que fue asesinada el 18 de marzo del 2013, un caso en el que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de la localidad se han personado como acusación popular, según han informado fuentes judiciales.
Los tres hijos de la mujer ejercen la acusación particular frente a su padre piden 25 años de cárcel por un delito de asesinato, el mismo que aprecian las acusaciones populares y la Fiscalía, que solicita 18 años de cárcel.
En el juicio declararán como testigos cuarenta personas así como peritos para que expliquen al jurado las circunstancias de los hechos y acerca de la salud mental del acusado.
Según las investigaciones policiales, el parricida esperó a su mujer tras la puerta y le asestó tres cortes con un cuchillo de carnicero tipo hacha, tras lo cual la volvió a golpear en el cráneo con el mango del arma.
Antonio L.G. tenía 31 antecedentes policiales, en su mayor parte por robos, mientras que su esposa trabajaba como asistenta doméstica en el cuidado a personas ancianas.
La mujer asesinada había denunciado en el 2005 a su marido pero retiró la denuncia "por lástima", según declararon vecinos y conocidos de la víctima.
El acusado cumple prisión preventiva desde que fue dado de alta en el hospital San Sebastián de Écija como consecuencia del intento de suicidio que tuvo, ingiriendo un frasco de ansiolíticos, tras asesinar a su esposa.
En mayo del 2014, cuando el marido compareció en el juzgado de Écija, familiares y amigos de la asesinada le intentaron agredir, lo que obligó a intervenir a la Policía, y tras la comparecencia el procesado tuvo que abandonar el juzgado por una puerta trasera.
El procesado dijo al juez que cuando ocurrieron los hechos tenía problemas de toxicomanía y de salud y que no sabía lo que hacía.
