La Universidad Pablo de Olavide entrará en las próximas semanas en periodo electoral después de que este pasado lunes el rector, Vicente Guzmán, convocara las elecciones, cuyo calendario se cerrará esta misma semana. Ocho años después de haber asumido el mando de la Olavide, Guzmán reconoce que el problema de la Universidad, con 23 años de trayectoria, sigue siendo el mismo: la financiación, que “no es todo lo suficiente” que necesita el campus para evitar, por un lado, la “descapitalización de talento”, y, por otro, para crecer desde el punto de vista de las infraestructuras. El “problema endémico” de la financiación lo heredará pues el nuevo equipo rectoral que salga de las urnas a mediados de mayo, que es cuando todo apunta que podrían celebrarse las elecciones.
Creo que era bueno que la sociedad supiera que, después de ocho años, el dinero que recibimos lo hemos invertido razonablemente bienEl todavía rector de la Olavide se lamenta de que el campus sevillano sea el único en el que aún quedan reformas y rehabilitaciones pendientes desde 1982. “Desde hace diez años no se hace una gran obra en la Olavide”, según sus palabras, en la presentación del balance de sus dos mandatos consecutivos después de haber sido durante varios años también secretario general de la Universidad.
Guzmán denuncia la situación que padecen alrededor de 180 profesores que han conseguido acreditarse por el Estado y que, sin embargo, no ven traducido este esfuerzo en la consecución de la plaza y categoría correspondientes.
Pero pese a que la financiación no ha sido, hasta el momento, acorde a las necesidades de crecimiento de la Olavide, tal y como lo ha expresado el rector saliente, Guzmán pone en valor lo logrado en los últimos ocho años. En materia económica, insiste en que su equipo cogió una Universidad con “graves problemas de solvencia” y deja un campus “estable y con liquidez”. Esto se traduce en cantidades concretas: en 2012 había un déficit de cerca de 13,8 millones de euros y a fecha de 2018, un superávit de 4,5 millones de euros.
En el apartado de investigación, se ha logrado atraer desde 2012 a científicos de nivel (37) y amarrar 65 proyectos europeos con un importe en ayudas de 13,4 millones de euros. En materia de estudiantes, los números de peticiones de plaza en el periodo 2014/2019 se han mantenido estable, en el entorno de los 21.400 estudiantes. Guzmán resalta que las tasas de abandono en el grado en la Olavide (18,5%) son las más bajas de Andalucía y las terceras en el contexto nacional. El rendimiento académico de los alumnos en los grados (“que llenamos después de haber solventado algunas debilidades detectadas”) es del 82,1% y en los másteres del 95,8%.
“La Olavide es la universidad que obtiene la mayor puntuación en rendimiento docente entre las universidades andaluzas”, destaca Guzmán, que resalta un dato entre todos: 249 de sus profesores obtienen una mención de calidad al obtener más de 90 puntos sobre un total de 120.
El gran reto de la Olavide ha sido la internacionalización, lograr una “posición razonable” con tan sólo 23 años desde su creación. De 2012 a 2020, han sido 4.808 estudiantes en Erasmus+ y 207 convenios con 40 países los firmados por el campus.
“Creo que era bueno que la sociedad supiera que, después de ocho años, el dinero que recibimos lo hemos invertido razonablemente bien”, concluyó Guzmán, entre aplausos de su equipo, su balance en la sede de la Olavide en la calle Laraña.
