La sospecha surge de nuevo en torno a los Patriots de Nueva Inglaterra un día después de conseguir el octavo pase al Super Bowl de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Esta vez se trata de los balones que los Patriots utilizaron durante el partido de la final de la Conferencia Americana (AFC) que disputaron la pasada noche ante los Colts de Indianápolis y que ganaron por 45-7.
De acuerdo a varios informes periodísticos, durante el transcurso del partido, disputado en el Gillette Stadium, de Foxborough (Massachusetts), fueron retirados varios balones "anormales" por no estar bien inflados, lo que ha hecho que la NFL haya abierto una investigación.
La estación de televisión WTHR en Indianápolis fue la primera que dio a conocer la noticia sobre el incidente.
De acuerdo a la web de WTHR, en caso de ser hallados culpables por sacar el aire a los balones de juego de forma intencionada, los Patriots podrían ser sancionados con el retiro de selecciones del sorteo universitario de la NFL.
Sin embargo, el quarterback estelar de los Patriots, Tom Brady, en su entrevista semanal con la estación de radio local WEEI, dijo que todo era ridículo y sin sentido. "Creo que lo he escuchado todo en este punto... Es ridículo", comentó Brady. "Ni siquiera respondo a cosas así", agregó.
Desde los Patriots y de los Colts no se han dado a conocer ningún comentario oficial al respecto ni tampoco la NFL ha confirmado o desmentido los informes periodísticos.
El posible escándalo llega una semana después de que los Baltimore Ravens acusaran a los Patriots de estrategias "engañosas de sustitución" durante la semifinal de la AFC.